“Días de mucha angustia viven los ribereños misioneros y los de municipios del Brasil, aún los del río Paraná, los del Paraguay de acá nomás y los de río arriba, y toda una sociedad que solidaria acude en silencio e impotencia a dar lo que puede y tiene a los centros de recolección de alimentos y ropas. Las oraciones hasta de los que menos fe tienen son un pequeño bálsamo para tan duro momento. Una vez más, la naturaleza apenas muestra los dientes y los promotores de represas miran de lejos, salvo algún referente político que muestra la cara y llena de barro sus botas de goma. Lamentable, nada nuevo.”.El texto pertenece a Raúl “Rulo” Bregagnolo, reconocido dirigente de la Asociación Ecologista Cuñá Pirú, con sede en Aristóbulo del Valle. Es integrante de la Mesa Provincial ‘No a las Represas’. Llegó incluso a presidir el Concejo Deliberante de su ciudad.Recordó una entrevista con un medio santafesino en que los recuerdos de la catástrofe de las inundaciones vividas allí se mezclaron con las ocurridas en la costa oriental misionera. “Semejante y clara situación, transforma una gran crecida del Uruguay como nunca se ha visto en una catástrofe, la que cada uno de los lugareños vive, sabiendo que ha perdido todo lo trabajado durante años. Sus pequeños o grandes bienes materiales, pero suyos, se los está llevando el río, este Río de los Pájaros que lo hemos desafiado hasta el hartazgo, lo agredimos con seis grandes represas río arriba y más de treinta en sus afluentes del Brasil, así como al Iguazú y al Paraná con tantas más”.“Han habido alertas, señales muy claras y constantes desde hace mucho tiempo, pero es más fácil defenestrar a los ecologistas, a los científicos, académicos y a una sociedad que sabe lo que quiere y lo que no, que sentarse a estudiar modelos, alternativas a construir, en el caso de Misiones, una matriz energética propia, un modelo productivo de autoconsumo saludable, a analizar planes de contingencias ante situaciones, por ejemplo, de derrames de combustibles debido a la topografía, a nuestras rutas y nuevas autovías. Más que nada por la ubicación geopolítica que tenemos, con la amenaza imperial constante de las cúpulas políticas brasileñas, que sin dudar, hacen y deshacen en nombre de lo que desde siempre está escrito en su bandera “progreso”. ¿Para quiénes? La situación que se vive en estos días demuestra que el agua desconoce fronteras y el río enojado es un caballo desbocado”, afirmó Bregagnolo que definió su opinión en “letras que sienten bronca impregnadas de tristeza”. Mensaje a la dirigencia políticaPara el dirigente de Cuña Pirú, “La soberbia de los dirigentes de siempre, de referentes provinciales y algunos otros mal asesorados e ingenuos, les lleva a cometer semejante inoportuna torpeza, al salir a decir que ‘las grandes represas controlan las inundaciones’. Otra gran mentira, demostrable con amplia experiencia y bibliografía. Nada más irrespetuoso hablar de represas ahora, cuando la gente a través de las redes sociales están enrojecidas de bronca, de impotencia, porque justamente las represas son las que menos hacen cuando los ríos aumentan sus caudales, apenas un `control´ momentáneo, que en esta oportunidad no ha dado respiro para el aviso y en otros casos (Baixo Iguaçú, en Brasil) se la llevó sin pedir permiso, como corresponde. Irrespetuoso con una parte del pueblo que está bajo agua y otra gran parte que como ellos también, han caminado, manifestado que ya no quiere más represas”.Seguidamente, se preguntó: “¿Qué más necesitan para darse cuenta que estamos yendo por el camino equivocado? De qué `progreso, desarrollo´ hablan si lo único que consideran son los números, las ganancias de las ventas, comodities, dividendos, valores, palabras del mercado que sólo manejan unos pocos y que ahora recién vienen a enterarse de que en el mercado también hay `buitres´, no solo en la naturaleza que al menos allí cumplen una buena función. (…) ¿Dónde están en estos momentos las consultoras que están ‘estudiando’ al río y a sus poblaciones? ¿Habrán ido a sus casas o departamentos de edificios altos en la gran ciudad donde no les llega, aún, el agua? ¿Qué bueno sería que la Presidenta haga buen uso del decreto y done esos casi 50 millones de dólares que se están gastando inútilmente, abultando la deuda pública, en esos `estudios´ para los proyectos hidroeléctricos de Garabí y Panambí a Misiones para que se construyan nuevos puentes, nuevas viviendas para la gente que ha perdido todo, para nuevos y equipados hospitales que puedan cubrir la demanda ribereña y no haya que ir a la capital, Posadas, todo el tiempo?”. Tal vez muchas de las inquietudes de Bregagnolo, nunca tengan respuesta.Sueños de un misioneroFinalmente, Raúl Bregagnolo compartió sus anhelos y sus sueños tras exponer su bronca y su pena.“Sueño con la humanización de la economía. Sueño con la sensibilidad real de dirigentes que se animen a dar el verdadero salto con propuestas sociales aceptables, las que den con la demanda de la gente no a las ambiciones personales, no a la complicidad de ellos en grandes negocios aprovechando las dificultades de los que menos tienen. Sueño con una América Latina que no sólo preconice la nacionalización de sus bienes naturales, sino que también los cuide, los proteja y los use adecuadamente, pensando en los que aún no han nacido y dejando una huella de enseñanzas de buenos caminos, de políticas amigables con la Naturaleza para utilizar lo indispensable no para agredirla sin límites. Sueño con una sociedad que no sólo diga lo que piensa ni replique lo que cree está bien, sino que lleve a la práctica los valores del respeto, la solidaridad en sus sentidos y sobre todo sea responsable de sus actos, que consuma lo necesario, pensando en las necesidades de mañana, aunque el futuro nunca llega, el futuro termina siendo el hoy que mañana será ayer y con más razón debemos parar y pensar lo qué y cómo lo estamos haciendo?”“¿Qué nos queda? ¿Ser cómplices de los gobiernos y decir que la única responsable es la Naturaleza y su Niño? ¿Ser indiferentes y decir que no hay nada que hacer? O de una vez transformarnos en verdaderos actores donde primero nos sin
ceremos con nosotros mismos y no deleguemos toda la responsabilidad en otros, que mejoremos la actitud en el consumo responsable y pensemos antes que todo lo que ocupamos sale de algún lado y ese ‘algún lado’ es nada menos que la Naturaleza y que además tengamos, sintamos, la responsabilidad de exigir a nuestros gobernantes a través de la participación queremos ser escuchados y necesitamos otro modo de vida, porque sí sabemos que es posible”, afirmó Bregagnolo.





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