POSADAS Y SAN JAVIER (Enviados especiales). Desde “refundar” las ciudades en su planificación urbana hasta reubicar a asentados a la vera del río Uruguay fueron las diferentes formas en que cada intendente manifestó la intención de no volver a levantar las viviendas arrasadas por las aguas ni reconstruir las que quedaron afectadas sobre la costa, donde una nueva inundación puede volver a generar problemas y pérdidas económicas.El otro problema pasa por la afectación psicológica de los habitantes de la zona. La confianza hacia el río está rota. Las inundaciones causaron traumas a grandes y chicos. En esa cuestión, en algunos municipios, los intendentes trabajan con los psicólogos policiales para contener especialmente a los niños y los adultos mayores.Colonia AuroraFinalmente Colonia Aurora volvió a quedar conectada con el resto de la provincia al habilitarse el puente sobre el Chafariz que une la localidad con El Soberbio. Así también la energía eléctrica. El intendente Jorge Kramer confirmó en declaraciones a Radio Universidad que esta inundación “superó a la del 83. Creció dos metros más que en aquel entonces”. Explicó que “tenemos cinco arroyos que también desbordaron. Alrededor de 400 familias fueron afectadas tanto por los arroyos como por la inundación del río”.El alcalde confirmó que “hay casos de gripe y fiebre. Pero tenemos varios médicos de guardia con el personal del Ejército atendiendo en el hospital. Y a los promotores de salud los tenemos recorriendo los distintos lugares para relevar el estado de la gente”.Alba PosseEl intendente Nelson Carvalho expresó al mismo medio radial su satisfacción porque “tenemos la alegría de ver el sol y el río comenzó a bajar. Con tranquilidad, tenemos alrededor de mil familias evacuadas afectadas no sólo por el río sino por los cinco arroyos que desbordaron. La gente está en escuelas de Santa Rita y Alba Posse. Supimos 24 horas antes lo que se venía. Estuvimos preparándonos con tiempo con los Bomberos y la Policía. Unas diez horas antes retiramos a las familias muy cercanas al Uruguay, aunque muchos no se querían ir. Destacamos que todo lo que es mobiliario se salvó casi la totalidad. En muchas escuelas llevamos esos muebles”.Según el jefe comunal, “el río llegó a un tope de 22 metros y bajó dos metros ahora. Las casas de madera se las llevó el río. Quedaron las de material”. Respecto al trauma que generó la inundación, explicó que “mucha gente no quiere volver donde creció el agua, por eso desde la Provincia nos pidieron reubicarlos en lugares donde no vuelvan a ser afectados. Hay niños que no quieren mirar al río y adultos mayores que no pueden dormir o comer. Por eso, estamos trabajando con psicólogos de la Policía para ayudar a los afectados, buscando la tranquilidad”.Sobre el paso internacional a Brasil en balsa, confirmó que “vamos a tener varios días cerrado el paso fronterizo porque el agua creció demasiado. El agua tapó Aduanas y Migraciones, sus viviendas. Tenemos una organización entre los intendentes para las tareas que se van a realizar”. PanambíSegún el intendente Rosendo Fuchs, ayer “nos encontramos con que descendió un metro el agua del río Uruguay. Tuvimos alrededor de 70 familias. Son pocas las personas evacuadas en salones comunitarios. Ahora se viene la parte más fea: la desinfección, limpieza y puesta en condiciones de las viviendas”.A diferencia de otros municipios, “el principal acceso a Panambí está transitable, salvo la ruta costera 2”. Pero, además de muchas casas, “la misma Municipalidad quedó en su totalidad bajo el agua, como el camping y la Aduana”.“Tuvimos el reconocimiento de la zona afectada el sábado. Relevamos no sólo las pérdidas de los evacuados, sino plantaciones de maíz, la pastura de animales, tajamares donde perdieron todo. Vamos a trasladar y reubicar a las personas para tratar que tengan el mismo nivel de vida que antes de las inundaciones”, sostuvo el alcalde.San JavierEl intendente, Rubén De Lima Natividade, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “el cuadro es complicado porque hace muchos años que no se daba una creciente así. La crecida anterior no superaba 11,5 metros. En 1992 vino una de 14 metros de altura. Hace quince años que la gente no volvió a los lugares, pero luego hicieron casas confiando en que el río no venía más”.“Tío Nico” confirmó que entre los afectados, un puñado son propietarios, pero hay casos que no. “No pueden comprar un terreno y se ubican donde pueden. Ésos son los más afectados” reveló. Respecto a la reubicación de los inundados, dijo el alcalde que “el Municipio tiene un Banco de Tierras. Estuve hablando con (Santiago) Ros, del Iprodha, para ver cómo levantamos viviendas humildes. Si el Municipio tiene que poner mano de obra, firmaremos un convenio”.La Escuela 540 quedó afectada por la inundación. Los niños quedaron aislados en el Cerro Monje con sus familias y los docentes en San Javier, por lo cual no hay clases.Finalmente, el intendente reflexionó que el problema será recomponer la confianza de la gente con el río. Especialmente para aquéllos cuyas viviendas siguen en pie a pesar de la inundación.Como ocurrió años atrás, una vez que se superaron las inundaciones de 1983 y de 1992, que dejaron varios afectados.




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