LONDRES, Reino Unido (Agencias y diarios digitales). A lo largo y ancho de Europa. En los lugares donde la tierra se tiñó de sangre y en aquellos desde donde partieron miles de soldados para combatir por su patria. Ayer, el mundo rememoró el inicio de la Primera Guerra Mundial, aquella conocida como la primera gran contienda del Siglo XX y que se inició después de que Gavrilo Princip acabara con la vida del archiduque Francisco Fernando llenándole de plomo mientras éste viajaba en su coche.Una de las ceremonias más destacadas se vivió en Londres (Gran Bretaña), donde la Reina Isabel II rindió solemne tributo a los voluntarios de su país que, iniciada la contienda en 1914, se ofrecieron voluntarios para acudir a la batalla. Más amplios fueron los actos de conmemoración en Sarajevo (Bosnia), donde se sucedió el magnicidio. El acto central del programa, en el que se incluyeron principalmente exposiciones y otros actos culturales, fue un concierto de la Orquesta Filarmónica de Viena en el recién reconstruido edificio de la antigua Biblioteca y Ayuntamiento, el último sitio visitado por el archiduque antes de ser asesinado. “El centenario del atentado Francisco Fernando desató una cadena de sucesos que llevaron al estallido de la Primera Guerra Mundial y representa una oportunidad para reflexionar en especial sobre las catastróficas consecuencias de la política de divisiones e intrigas”, explicó el jefe de la Delegación europea en Bosnia-Herzegovina, Peter Sorensen.En Alemania, por otra parte, el Presidente Joachim Gauck pronunció un discurso en conmemoración del suceso durante una mesa redonda relaciona con la Primera Guerra Mundial.Los serbios homenajearon a PrincipMientras en todo el globo se sucedieron actos en conmemoración del inicio de la contienda, las autoridades serbias y serbobosnias prefirieron homenajear en este día tan señalado a Gavrilo Princip. Y es que, la mayoría de habitantes de esta región considera a este asesino como un abanderado de la emancipación de los pueblos eslavos de los Balcanes. “Nunca se debe olvidar que ese tiro abrió la vía de la libertad y la liberación de la esclavitud”, señaló a la emisora serbia B92 el afamado cineasta Emir Kusturica, principal organizador de la conmemoración.En este sentido, Kusturica también señaló que no hay que olvidar la importancia del atentado, el cual se perpetró en contra de la ocupación austro-húngara y la anexión de Bosnia en 1908. A los actos organizados por el cineasta en el pueblo de Andricgrad -entre los que se incluyen exposiciones, conciertos y piezas de teatro- acudió la cúpula oficial serbobosnia, las autoridades de Serbia, y los jerarcas de la iglesia ortodoxa local.ContextoCuando el anarquista serbio Gavrilo Princip logró matar al archiduque Franz Ferdinand, heredero del trono de Imperio de Austria-Hungría, encendió simplemente el detonador de un conflicto que tenía que ocurrir y que en cierta forma llevaba causas que se desarrollaron a lo largo de 40 años.Una carrera armamentista naval entre Gran Bretaña y Alemania; los recelos franceses y rusos por el poderío terrestre alemán; las ambiciones coloniales de Alemania, y la maraña de tratados que llevó al establecimiento de la Entente Cordiale (Francia, Gran Bretaña, Rusia) y la Triple Alianza (Austria-Hungría, Alemania e inicialmente Italia).La guerra fue una concepción extrema de ambiciones y envidias geopolíticas en la que los políticos de los diferentes países dejaron la situación en manos exclusivamente de los militares hasta que fue demasiado tarde.Que muchas de esas causas puedan ser vistas hoy como absurdas y que el propio Franz Ferdinand pudiera haber sido el hombre mejor preparado para evitarla o al menos eliminar la opresión sobre minorías checas y serbias no contribuye a cancelar el sentimiento de lo absurdo de un conflicto en el que sus participantes entraron porque “tenían que” estar.Un terrorista serbio y entrenado por los servicios secretos serbios mata al heredero del trono austriaco en la ciudad imperial de Sarajevo; el imperio austro-húngaro afirma que hubo una responsabilidad serbia en el ataque y lanza un ultimátum; los serbios reclaman el apoyo de su aliada Rusia, Austria-Hungría poder el de Alemania; Francia y Gran Bretaña tenían un acuerdo de defensa con Rusia…No son pocos los historiadores que afirman hoy que la guerra pudo haber sido detenida, pero nadie quiso hacerlo.Todas las guerras son por definición disruptivas del orden político, económico y social. Pero pocas han tenido un efecto tan amplio y tan prolongado como la Primera Guerra Mundial.Simplemente la idea de nueve millones de soldados, marinos y aviadores muertos, más cinco millones de civiles y siete millones de hombres incapacitados en mayor o menor grado pueden dar una idea de lo que fue. Y si se puede afirmar que la carnicería de la Segunda Gerra Mundial fue mayor y que en vez de 29 países, como en la primera, hubo más de medio centenar de naciones envueltas, puede alegarse también que la Segunda Guerra Mundial fue consecuencia directa de la primera.De acuerdo con el historiador marxista británico Eric Hobsbawm, “comenzó como una guerra esencialmente europea entre la Triple Alianza, constituida por Francia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y el Imperio Ruso, y los llamados -Imperios Centrales- (Imperio Alemán y el Imperio Austrohúngaro).“El Reino de Serbia y Bélgica se incorporaron inmediatamente al conflicto como consecuencia del ataque austriaco contra la primera (que, de hecho, desencadenó el inicio de las hostilidades) y del ataque alemán contra la segunda (que era parte de la estrategia de guerra alemana).“El Imperio Otomano y el Reino de Bulgaria se alinearon poco después junto a las potencias centrales, mientras que en el otro bando la Triple Alianza dejó paso gradualmente a una gran coalición. Se compró la participación del Reino de Italia y también tomaron parte en el conflicto los Reinos de Grecia, de Rumanía y, en menor medida, Portugal.“Como cabía esperar, el Imperio de Japón intervino casi de forma inmediata para ocupar posiciones alemanas en el Extremo Oriente y el Pacífico occidental, pero limitó sus actividades a esa región. Estados Unidos entró en la guerra en 1917 y su intervención iba a resultar decisiva”, relató Hobsbawm en su Historia del Siglo XX.ConsecuenciasCuando terminó, la guerra había alterado definitivamente la faz de la geografía mundial.Los imperios alemán, austro-húngaro, ruso y otomano habían desaparecido. Sus posesiones fueron repartidas primero entre ingleses y franceses, que convirtieron provincias del destruido imperio otomano en el mosaico que hoy son el Cercano Oriente, Asia menor y las regiones alrededor
de la Península Arábiga.De hecho el impacto de la Primera Guerra aún se siente en la geografía de los actuales conflictos políticos, económicos y religiosos de Oriente Medio y de África; en los recelos que sobreviven de una Guerra Fría que surgió después de la Segunda Guerra Mundial, pero cuyas semillas fueron plantadas en la primera llamada también Gran Guerra. Y las huellas son visibles incluso en algunas de las causas de las tensiones que hoy envuelven a China y sus vecinos.Según el historiador estadounidense Steven Mintz, la escala de sus efectos es aterradora: de la Revolución Bolchevique a la Segunda Guerra Mundial, del surgimiento del fascismo y su derivado nacional-socialista (nazi) a la Gran Depresión y el desarrollo de la bomba atómica; del colapso del colonialismo al del patrón oro.Pero también, como otras guerras, tuvo una secuela de consecuencias en el progreso de las ciencias y los cambios sociales.Aunque incipientes, los primeros pasos efectivos de la liberación femenina ocurrieron a consecuencia de la necesidad de brazos en la industria y los servicios británicos, franceses y, en menor medida, en otras naciones.La necesidad y la compasión se combinaron con la ciencia para dar el gran empujón a la cirugía plástica reconstructiva, así como al establecimiento de bancos de sangre y el progreso en los equipos portátiles de rayos X.Las urgencias nacionalistas y de seguridad llevaron al establecimiento de las visas de entrada como indispensables para viajar internacionalmente; el espionaje como tal maduró con la creación de las primeras organizaciones especializadas en recolección de inteligencia.El desarrollo tecnológico de invenciones existentes, como el radio y el teléfono fue espectacular, casi tanto como el de la ciencia de la guerra en sí: el uso de submarinos, de aviación, de tanques, sin olvidar la propaganda gubernamental.Pero fue también sin duda, el primero de los grandes conflictos bélicos de la humanidad, en que fue visible un movimiento pacifista, especialmente en Estados Unidos, donde un sector religioso se oponía a la guerra, pero además considerables sectores de población de orígenes alemán e irlandés favorecían la neutralidad o rechazaban la ayuda a Inglaterra.





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