POSADAS. “Llamen a algún juez que quiero hablar”…le dijo el chapista Marcial Alegre (45) a los policías que lo detuvieron. Habían transcurrido nueve días desde que se conoció la masacre de Panambí, donde fueron asesinados una pareja y su hija de doce años. Desde ese momento hasta la fecha, resulta un misterio el motivo de la urgencia del sospechoso por presentarse ante la Justicia. Su versión puede ser clave, casi fundamental para comenzar a echar luz sobre la causa, investigada por la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat, a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá. ¿Se declarará inocente o brindará datos relacionados directamente con el caso?. Esto se sabrá recién la semana entrante, cuando el abogado de Marcial (designado en las últimas horas), se ponga en contacto con su defendido. Se trata del letrado Ramón Moisés Grinhauz, quien a partir del próximo lunes comenzará a interiorizarse de los pormenores del ya voluminoso expediente de la causa. Es que hoy es feriado en Oberá (se celebra el Santo Patrono de la ciudad), y no habrá prácticamente actividades en el mencionado Juzgado local. Marcial fue el tercer detenido por el hecho, anteriormente fueron apresados el ex prefecturiano Pablo Julio Paz (51) y Juan Ramón Godoy (44). El horrendo triple homicidio fue perpetrado la tarde del domingo 25 de mayo pasado, en el interior de la vivienda de las víctimas, en el municipio de Panambí.Cuatro sujetos ingresaron a dicho domicilio y luego de alzarse con 460 mil pesos en efectivo, maniataron, torturaron y prendieron fuego al empresario maderero Carlos Knack (43) y su esposa Graciela Mojfiuk (42), como así también a Bianca (12), hija de la pareja. También resultó con graves quemaduras Cristian (25), otro de los hijos de Knack, que actualmente sigue peleando por su vida en el área de cuidados intensivos del hospital Madariaga. Se cierra el círculoLa principal hipótesis de los investigadores es que el múltiple homicidio fue cometido en ocasión de robo. No se comprende aún porqué hubo tanto salvajismo y saña contra las víctimas, que fueron atacadas en total estado de indefensión. Unas 48 horas después del hecho y alertados por un llamado anónimo efectuado de un telecentro ubicado en Leandro N. Alem, fueron apresados en San Javier el ex prefecturiano Paz y Godoy. Nueve días después fue capturado en Garupá el chapista Marcial. Poco después fueron imputados por la jueza que sigue la causa, por el triple homicidio. En el taller de Marcial fueron incautadas una gran cantidad de armas de guerra y granadas, además de pasamontañas. Los resultados de las pericias y testimonios comenzaron a cerrar el círculo en torno al ex prefecturiano, teniendo en cuenta que encontraron sus huellas digitales en la escena de la masacre y el automóvil VW Bora incautado en San Javier (que según testigos fue visto merodeando la zona donde residía la familia asesinada) tenía rastros geológicos de haber estado en el terreno cercano a la vivienda donde se cometió el hecho. Además, dicho vehículo -propiedad de Godoy- tenía rayaduras probablemente de un árbol próximo a la casa de los Knack. Por si fuera poco, otro de los hijos de la pareja masacrada, Carlos “Nano” Knack (20) dijo ante los medios que “el ex prefecturiano tenía negocios con su padre, que iba a la vivienda y le vendía machimbre”, pero que se cortó dicha relación comercial “porque era ‘meloso’ con su madre”, tal como ya se publicó en su momento. Esto sería anecdótico en la causa si no fuera por los indicios que ubican a Paz en la escena del hecho y por otra grave afirmación que hizo “Nano” en denuncias públicas: “recién estoy ‘cayendo’; ahora uno sabe que si es la misma persona la intención era conocer la casa”. Así las cosas, aún la Justicia quiere recabar la mayor cantidad de elementos probatorios, para no dar pasos en falso. Restan conocerse aún las pericias telefónicas, el segundo cotejo de huellas dactilares -con las halladas en la casa donde sucedió el triple crimen- al chapista Marcial (en una ocasión ya dio negativo) y la declaración indagatoria que solicitará el mismo imputado la semana entrante. Cruzamientos telefónicos y una rueda de sospechosos para establecer si los tres acusados no estuvieron merodeando el domicilio de las víctimas días o semanas entrantes, completan algunas de las medidas ordenadas por la citada jueza. Parte médico del estado de salud de Cristian Hasta anoche Cristian Knack (25) continuaba internado en el área de terapia intensiva del hospital Ramón Madariaga.En su reporte diario con respecto a su estado general, Salud Pública indicó que el joven “evoluciona hemodinámicamente estable sin requerimientos de drogas vasopresoras. Neurológicamente está bajo sedación leve y analgesia moderada. Se iniciaron maniobras de ‘destete’ de la ventilación mecánica para ver cómo reacciona. El pronóstico sigue siendo reservado. Knack es tratado por facultativos de terapia intensiva y cirugía plástica”.“El paciente tiene el 70% del cuerpo quemado y si bien mejoró levemente en los últimos días, continúa en estado crítico”, afirmaron desde dicho organismo.Cristian es el único de su familia que sobrevivió al ataque de los asaltantes, lamentablemente sus padres Carlos y Graciela, como así también su hermana Bianca fallecieron por las graves quemaduras que le causaron los delincuentes, en aquella fatídica jornada del pasado domingo 25 de mayo.





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