COMANDANTE ANDRESITO. Tras derribar una plantación de eucaliptus y quitar sus troncos y raíces, se construyen las 56 casas destinadas a las familias afectadas por las inundaciones que sorprendieron a este municipio en vísperas del Día del Trabajador. El lote donde se desarrollan las tareas está ubicado en el barrio Villa Nueva, a dos kilómetros de la rotonda de acceso a la localidad, hacia el este. Las casas, que son levantadas por una empresa contratada por el Estado provincial, corresponden al tipo “Misionerita” (de madera con base de material). El presidente del Concejo Deliberante de Andresito, Miguel José Kibisz, estimó que las edificaciones estarían terminadas dentro unos 40 días, siempre que las condiciones climáticas así lo permitan. Recordó que desde la jornada del 30 de abril se registran lluvias durante dos o tres días a la semana, lo que dificulta el trabajo de las máquinas y de los obreros que deben permanecer a la intemperie. Además de estar abocados a esta tarea, desde el Municipio continúan con la misión de asistir a los damnificados que perdieron absolutamente todas sus pertenencias y que siguen viviendo en el complejo polideportivo del municipio. “Se sigue entregando alimentos y ropa y se los asiste en el tema sanitario”, dijo el edil, al tiempo que confió que aún quedan elementos productos de las donaciones. Después de más de un mes de convivencia bajo el mismo techo, la relación entre las 17 familias se vuelve, de a ratos, tensa, y estos roces también deben ser dirimidos por los empleados comunales que se encargan del control y de la asistencia, con la responsabilidad que ello implica. Cabe recordar que en esa ocasión fueron afectados los barrios Cantera, La Pileta y La Selva II, sobre el arroyo San Francisco; Quintas Bajas, en la margen del arroyo Doce; y Malvinas sobre un cauce sin nombre. Desde la Comuna reiteraron la colaboración de la población, de la Policía de Misiones, de Gendarmería Nacional, de Prefectura Naval, de Bomberos Voluntarios, de las iglesias y del personal municipal, que tuvo a su cargo la ardua tarea de evacuar a quienes habitaban en los costados de los lechos, que se extendió entre las 17 del 30 de abril a las 2 del primero de mayo.
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