OBERÁ. Cada paso decisivo en la investigación por el triple crimen de Panambí estuvo precedido de una pericia clave de la Policía Científica. Si bien el caso comenzó a desandar el camino hacia una potencial resolución merced a una llamada telefónica anónima, que vinculó a la banda del mecánico con el aberrante episodio, el hallazgo de las huellas del exprefecturiano en la escena del triple homicidio fue desequilibrante.Esto no inhibe el mérito de los detectives de las otras áreas, de un accionar tremendo para lograr la captura del mecánico Marcial Venicio Alegre. Ahora los sabuesos de la Policía Científica vuelven a dar la nota. Una pericia geológica, realizada sobre los restos de barro y pasto que tenía el VW Bora, estableció que se corresponden con las características del suelo de la zona donde se encuentra la casa de la familia Knack.Justamente, cerca del domicilio de las víctimas, los detectives encontraron un claro en el pastizal, como aplastado por la presencia o paso de un vehículo. La comparación del material levantado en ese sector coincidió con el localizado en el VW Bora.En otras palabras, ese coche estuvo en inmediaciones del escenario del hecho el día de la masacre.Todo indica entonces que se trató del rodado que utilizaron los asesinos para llegar y escapar del lugar.En el terreno de la investigación que hacen los hombres de Homicidios e Investigaciones, de Posadas y Oberá, se determinó que el coche sería propiedad de Juan Ramón Godoy pero lo utilizaba también el exprefecturiano Pablo Julio Paz.El mecánico Marcial Venicio Alegre, arrestado en un atinado procedimiento policial durante la jornada del martes en Posadas, fue trasladado ayer a Oberá (ver aparte), donde hoy probablemente preste declaración ante la jueza Alba Kunzmann de Gauchat.Sus huellas dactilares fueron remitidas ese mismo martes a Oberá, pero hasta anoche nadie se animaba a confirmar si eran coincidentes con las recogidas en el escenario de la masacre.Alegre fue sindicado como el hombre que se encargaba del dinero que ingresaba a la gavilla de actividades poco claras.Marcial era trasladado anoche a un sector especial del Complejo Penitenciario II en Oberá y no está mal que así sea. Es considerado un hombre de extremo peligro que permaneció prófugo nueve días. Las comisarías no son el mejor ámbito para mantener a sospechosos de esta calaña. “Está ahí, durmiendo”Cuando el grupo de Infantería de la Policía irrumpió en el domicilio del barrio Don Santiago, la dueña del inmueble, al ser consultada sobre el paradero del mecánico chapista Marcial Venicio Alegre, el hombre más buscado de la provincia en ese momento, se limitó a responder, con total naturalidad: “Está ahí, durmiendo la siesta”. Era el final de la vida en clandestinidad del hombre sindicado como líder de la gavilla que habría perpetrado el feroz asalto en la casa de la familia Knack.“Nosotros no fuimos”, gritó el mecánico cuando era esposado por la guardia de Infantería.Indudablemente que estaba al tanto de las últimas informaciones respecto de lo sucedido con la investigación.La situación procesal de Marcial es complicada. En su taller encontraron un arsenal como para equipar a una comisaría.Y sus vínculos con el ex prefecturiano Pablo Julio Paz (51) y Juan Ramón Godoy (44) están probados. Incluso, ayer el IFAI explicó que Marcial y Godoy fueron cesanteados.





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