LEANDRO N. ALEM. La famosa llamada anónima que permitió a las autoridades dar con dos de los principales sospechosos de la masacre de Panambí quedó al desnudo: los investigadores finalmente descubrieron que fue realizada desde un telecentro de Alem.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, quienes comentaron que por estas horas se buscan pistas del “arrepentido”, quien hasta podría ser uno de los ladrones que participó en el feroz asalto.La comunicación telefónica fue recibida por la guardia de la comisaría de Panambí a última hora del lunes 26 de mayo, es decir, un día después del violento robo. Para los investigadores, la decisión pasó por el peso de conciencia de uno de los asaltantes.Lo cierto es que ese llamado señaló el escondite principal de los autores del hecho (ver “Están en un taller…”), tal como descubrirían al día siguiente un centenar de policías que realizaron una serie de allanamientos en San Javier.Los uniformados coparon el pueblo el último martes y procedieron a la detención de un exprefecturiano de 51 años en el barrio Elvira y de otro sospechoso, de 44, en el complejo habitacional Malvinas. Al antiguo integrante de la fuerza los cotejos dactilares le dieron positivo: sus huellas aparecieron en una caja de zapatos que los peritos hallaron en la habitación donde la familia fue maniatada y quemada.El ex PNA está seriamente comprometido, al igual que su supuesto cómplice. Las fotocopias de los DNI de ambos fueron halladas en casa del prefecturiano, mientras que en el taller de Marcial, además del tremendo arsenal, dieron con papeles en los que aparecían marcadas cifras importantes de dinero.Mientras el sospechoso paraguayo es buscado intensamente, los dos apresados fueron trasladados el domingo al Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, donde la jueza Alba Kunzmann de Gauchat les notificó de la instrucción de la causa. En las próximas horas podrían ser indagados, señaló una fuente.Para los investigadores no hay dudas de que los dos arrestados estuvieron junto a por lo menos otros dos cómplices el domingo 25 de mayo en la casa de los Knack, alrededor de las 19.30 del domingo 25 de mayo.Aquel día, cuatro encapuchados irrumpieron en la escena, maniataron a Carlos Knack (43), Graciela Mojfiuk (42), Bianca (12) y Cristian (25), hijos de la pareja, los rociaron con alcohol y prendieron fuego, tras lo cual huyeron con unos 460 mil pesos. El empresario maderero, su esposa y la pequeña Bianca, su hija, murieron debido a las graves quemaduras que sufrieron. Cristian, en tanto, permanece internado en plena lucha por vivir. “Están en un taller de San Javier y tienen un arsenal”“Tomá nota: están en un taller de San Javier y tienen un arsenal”. Así de directo, sin mayores presentaciones, habló la voz al otro lado del teléfono. El que había atendido era un efectivo de la guardia de la comisaría de Panambí. Era la tarde del lunes 26 de junio.El llamado anónimo sorprendió a los pocos uniformados que permanecían en la base. El resto había salido a trabajar en la investigación del caso.“Estos son los que le hicieron eso a la familia de ahí”, prosiguió la voz, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a fuentes de la investigación. Después, aquel mensajero dio detalles de la ubicación del taller al que debía llegar la Policía. “Tienen que ir por la avenida principal, hasta atrás del predio de Gendarmería”, explicó, antes de cortar y luego de confirmar que había sido tomado en serio.El policía de la guardia quedó estupefacto. No tardó en pasarle la información a sus superiores. A la mañana siguiente, San Javier era el centro de todas las miradas. Intensa búsqueda de MarcialMientras la investigación avanza en cuanto a los resultados de las distintas pericias, continuaba al cierre de esta edición la intensa búsqueda que se lleva adelante en procura de Marcial, el paraguayo de unos 45 años que permanece prófugo desde el último martes, cuando se conoció la “pista San Javier”.Marcial es un conocido chapista que tenía su taller sobre la avenida 25 de Mayo de esa localidad, a unas tres cuadras del río Uruguay, donde limitan los barrios Sagrado Corazón y Santa Clara.En San Javier aseguran que “trabajaba bien” y que, mediante el arreglo de los automóviles de policías, prefecturianos y gendarmes, fue que comenzó a hacerse de contactos en todas las esferas. Suponen que así conoció a quienes son considerados ahora sus cómplices.Los detectives creen que Marcial es el líder de la megabanda, vinculada también al cadáver “NN” hallado en abril cerca de Santo Pipó con 5 proyectiles en el pecho y al feroz asalto al dueño de las balsas que unen Alba Posse con Porto Mauá (Brasil), en noviembre de 2013, que dejó dos policías heridos de bala. Su paradero era hasta anoche un misterio. “Le pido a los abogados que piensen en sus familias y busquen la verdad”POSADAS. En la sala de espera de la terapia intensiva del sector de quemados, como desde un primer momento, Néstor Knack aguardaba ayer por la tarde por novedades en la salud de Cristian (25), su sobrino. Mientras tanto, dialogó con PRIMERA EDICIÓN y lanzó un pedido especial dirigido a los abogados que tendrán como trabajo defender a los dos detenidos.“A los abogados que los defenderán les pido que piensen en sus familias, en sus hijos y esposas, que se pongan en lugar de las víctimas. Yo sé que es su trabajo, pero les pido que luchen y que busquen la verdad; que piensen que ellos también tienen familiares y que nadie está exento de que le suceda algo así”, sintetizó uno de los hermanos del empresario maderero asesinado en Panambí.





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