WASHINGTON, Estados Unidos (Medios Digitales-Agencias). Fue a las diez y media de la mañana, hora del este de Afganistán. Dieciocho guerrilleros se reunieron con un destacamento estadounidense y liberaron a Bergdahl que, según Washington, está en buen estado de salud. Los captores, presumiblemente, pertenecían al grupo fundamentalista conocido como Red Haqqani, que toma su nombre de la familia que la fundó y dirige. Es una organización controlada por Pakistán, que fue creada con la ayuda de EEUU y Arabia Saudí en la década de los ochenta.Bergdahl caminó hasta uno de los helicópteros, se subió y escribió en un papel las letras SF -que significa Fuerzas Especiales- con un signo de interrogación. “Sí, llevamos mucho tiempo buscándote”, gritaron los soldados para hacerse oír por encima del ruido del rotor de la nave. Entonces, Bergdahl rompió a llorar, según explicaba ayer el diario británico “The Guardian” citando a fuentes del entorno del secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, que está de visita oficial en Singapur.A cambio del sargento, el Gobierno de Barack Obama ha liberado a cinco líderes talibanes con amplios historiales de violencia y de defensa del integrismo más fanático. Varios de ellos han tenido contacto directo con Al Qaeda y ordenado matanzas de musulmanes chiíes. Los detenidos volaron de Guantánamo al emirato de Qatar, en el Golfo Pérsico, donde EEUU y los talibanes negocian desde 2013 un arreglo político a la guerra de Afganistán.Argumentos La asesora en seguridad nacional de Obama, Susan Rice, justificó la decisión del Ejecutivo al afirmar que la salud de Bergdahl se estaba deteriorando y no quedaba otra opción que esa para lograr el regreso a casa del soldado de 28 años.“Cuando estamos en guerra con terroristas y los terroristas se llevan preso a un estadounidense, ese prisionero o esa prisionera sigue siendo un militar estadounidense, y tenemos la obligación de lograr su regreso”, dijo Rice a la cadena CNN.El hecho de que fueran talibanes los que tenían cautivo a Bergdahl “no disminuía esa obligación de traerlo de vuelta”, agregó.“No negociamos con terroristas”, dijo a su vez el secretario de Defensa Chuck Hagel desde la base aérea de Bagram, en Afganistán. “Alentará más secuestros”Los republicanos cuestionaron el acuerdo que alcanzó el presidente Barack Obama para intercambiar a cinco talibanes por un soldado estadounidense capturado, y algunos incluso lo acusaron de violar la ley.Pese a que varios republicanos saludaron la liberación del sargento Bowe Bergdahl, otros tantos estimaron que su intercambio por “terroristas” detenidos en la prisión de la base estadounidense de Guantánamo, Cuba, sólo alentaría nuevas capturas de soldados norteamericanos.El Congreso no fue informado de la transferencia de los prisioneros de Guantánamo hasta que se concretó el intercambio.El republicano Mike Rogers, titular del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo estar “complacido de que el sargento Bergdahl esté libre y que regresará a Estados Unidos para estar con su familia”.No obstante, dijo estar “extremadamente contrariado” por el hecho de que los funcionarios del Gobierno hayan “negociado con terroristas” para alcanzar el acuerdo.





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