POSADAS. Dos internas de la Unidad Penal V del Servicio Penitenciario Provincial llevan adelante desde el último jueves una huelga de hambre en reclamo de respuestas por parte del Superior Tribunal de Justicia. Aseguran que el órgano no resuelve varias presentaciones que llevan años y que hoy, cuatro años después de recibir condena, no tienen siquiera el cómputo de la pena.Se trata de Cristina Liliana Vázquez y Lucía Cecilia Rojas, sentenciadas a cadena perpetua por el crimen de Ersélide Dávalos (79), perpetrado a cuatro cuadras del centro de Posadas en julio de 2001.La condena sobre las dos mujeres -sentenciadas junto a Ricardo Omar Jara- fue resuelta en mayo de 2010 por el Tribunal Penal 1. Sin embargo, desde esa fecha y debido al retraso del STJ, ambas no tienen aún siquiera el cómputo de la pena. Esto quiere decir que, por el momento, no saben con certeza cuándo cumplirán con el tratamiento carcelario y regresarán a la calle.PRIMERA EDICIÓN accedió a los escritos que presentaron las condenadas a las autoridades, en el que reclamaron mayor celeridad a la Justicia en relación con la presentación de distintos recursos sobre los que aún no tienen respuestas.“Que la razón por la que me encuentro haciendo huelga de hambre es porque si bien el año pasado el STJ resolvió rechazar el recurso de casación que interpuso mi defensa, aún no tengo respuestas de mi presentación de excarcelación extraordinaria y del recurso extraordinario para la Corte Suprema de Justicia de la Nación presentado ante el STJ hace ya casi un año, el cual aún no resuelve, y hace más de ocho años que me encuentro detenida”, contó Vázquez, según pudo saber este medio.La mujer subrayó que el reclamo es directa y exclusivamente contra el STJ, y aseguró que “los cuerpos principales de mi causa y la copia de la resolución que rechazó el recurso de casación” todavía no regresaron al tribunal de origen, lo que a su vez, genera retrasos para la defensa a la hora de continuar con otras instancias.A su turno, Rojas exigió prácticamente las mismas cuestiones solicitadas por su compañera de encierro ante las autoridades correspondientes.Entre otras cuestiones y debido a esos retrasos, en el expediente del caso aún no se encuentra el cómputo de la pena, lo que retrasa el régimen penitenciario de las condenadas y no les permite acceder a ciertos beneficios en prisión, como por ejemplo, el trabajo en uno de los tantos talleres que funcionan tras las rejas.Vázquez y Rojas comenzaron con la medida extrema el último jueves. Desde ese día y, al menos hasta ayer, no habían probado bocado de comida ni ingerido bebidas. Esto es doblemente peligroso para una de ellas, que se encuentra medicada con ansiolíticos.Según pudo saber este diario, ambas continuarán con la medida y con todos los riesgos que la misma conlleva, hasta obtener algún tipo de respuesta del Superior Tribunal de Justicia de la provincia.El crimen de DávalosVázquez, Rojas y Ricardo Omar Jara fueron condenados a la pena de prisión perpetua el jueves 20 de mayo de 2010. Los tres fueron encontrados culpables del delito de “homicidio calificado criminis causa”.Para la Justicia no quedaron dudas de que el trío fue autor material y penalmente responsable del crimen de Dávalos, quien en la mañana del 27 de julio de 2011 fue hallada masacrada sobre un charco de sangre en su vivienda de avenida Trincheras de San José y Hungría, en Posadas.Fue la empleada de la víctima quien la encontró en la escena. Los peritos del Poder Judicial confirmaron luego que la anciana había sido ultimada de varios golpes, presumiblemente realizados con un martillo.Pocos días después fueron detenidos Rojas y Jara. Vázquez, al contrario, logró darse a la fuga, pero no por mucho tiempo: ya que algunos años después fue apresada mientras trabajaba como moza en un local de Puerto Madero, en Buenos Aires.





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