KIEV, Ucrania (Agencias-Medios Digitales). El primer ministro ucraniano, Arseni Iatseniuk, aseguró que el drama que se vive en Odessa es parte de un “plan ruso para destruir Ucrania”. Iatseniuk dijo que los servicios de seguridad fallaron en el objetivo de impedir la violencia en Odessa, donde murieron más de cuarenta personas , y acusó a los grupos pro-rusos de orquestar una “verdadera guerra” para “eliminar la independencia” de Ucrania.En declaraciones difundidas por la BBC, Iatseniuk anunció que Kiev avanzará en una “investigación completa e independiente” para esclarecer lo que sucedió en Odessa.“Personalmente culpo a los servicios de seguridad por no haber hecho nada para detener la violencia”, sostuvo el premier.Asimismo, enfatizó que los grupos pro-rusos “provocaron” los incidentes y los acusó de buscar, con Rusia, “una verdadera guerra y querer eliminar la independencia de Ucrania”.Iatseniuk viajó a Odessa, donde se reunía con jefes locales.Operaciones en el este Ucrania amplió ayer su ofensiva militar “antiterrorista” a otras ciudades rebeldes pro-rusas, en respuesta a la proliferación de actos de violencia en el este del país, de luto por el dramático incendio de Odesa.Un día después de la liberación de los observadores de la OSCE, detenidos en Slaviansk, las autoridades ucranianas están decididas a intervenir en otros feudos pro-rusos del este.Tras “la operación de Slaviansk y Kramatorsk (lanzada el viernes por la mañana, ndlr), llevaremos la fase activa de la operación a otras ciudades” controladas por los separatistas, había advertido el sábado por la noche el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa, Andrei Parubii.En Kostiantinivka, 50 km al norte de Donetsk, un puesto de control en manos de los rebeldes hasta el sábado estaba desierto, y reducido al estado de cenizas humeantes, constató la AFP.Pero en Lugansk, insurgentes pro-rusos asaltaron el sábado por la noche una unidad militar, hiriendo a dos soldados ucranianos, según el Ministerio del Interior. El autoproclamado gobernador separatista de esta ciudad, Valeri Bolotov, decretó un toque de queda y la “movilización total de todos los hombres”.En cambio en el feudo rebelde de Slaviansk todo parecía tranquilo el domingo por la mañana.La víspera, los observadores de la OSCE retenidos desde hace más de una semana por rebeldes separatistas de Slaviansk fueron liberados, para alivio de los occidentales.“Imagínense que anoche todavía estábamos en medio de tiroteos (y esta noche) hemos visto de nuevo a nuestras familias, nunca nos lo hubiéramos creído”, declaró visiblemente emocionado el coronel alemán Axel Schneider, jefe de la misión, a los periodistas a su llegada al aeropuerto Tegel de Berlín. Independencia sí, anexión noPuede parecer que Donbass, la región oriental ucraniana rusófona en la que se inserta la mayoría de las poblaciones que se han alzado contra Kiev, está siguiendo el guión de Crimea. Los grupos armados separatistas, coordinados por los servicios rusos de inteligencia, están apoderándose de los edificios gubernamentales, izando banderas rusas y banderas de la República Popular de Donetsk.Sin embargo, a pesar de las similitudes, el escenario de Donbass no es como el de Crimea. En primer lugar, en la mayoría de los casos no cuentan con el apoyo de los consejos locales y regionales.En segundo lugar, es bastante improbable que Putin vaya a anexionarse Donbass. La absorción de Crimea ya ha causado enormes costes a la posición de Rusia. La única pregunta del “referéndum” separatista se refiere a la soberanía de la República Popular de Donetsk como estado, no a su integración en Rusia.





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