POSADAS. Todo el talento de Eduardo Ledantes descansa en el vistoso predio que Arxo tiene en Pizarras, Brasil, país que próximamente recorrerá con una muestra itinerante, donde participó de un simposio, convocado por esta firma, líder en la construcción de tanques de combustible y gases en Latinoamérica, junto a otros nueve escultores; una experiencia que compartió con PRIMERA EDICIÓN.“Es un simposio que por primera vez se hace en el marco de una fábrica, los dueños, con el escultor brasileño Jorge Schröder (coordinador), convocaron a este encuentro, que contó con más de cincuenta inscriptos, con la particularidad que en esta ocasión son los propietarios de la empresa quienes se interesaron en la propuesta y pusieron a disposición de los escultores materiales, personal capacitado y maquinarias”, explicó el escultor.Y agregó que “dentro de la fábrica, sin parar la producción, estuvimos trabajando durante diez días con todo el apoyo logístico y material que solicitamos, porque esto fue también selección de proyectos, no sólo de antecedentes, por eso cuando llegamos estaban bien informados de lo que iba a hacer cada uno, e incluso ya estaban computarizadas las imágenes, porque los cortes se hacen mediante sistemas computarizados, por ello intervinieron ingeniería, armadores, soldadores, etc”.Sobre su trabajo en particular, Ledantes detalló que “eran planchas de acero al carbono de ocho milímetros de espesor, había que doblarlas en forma diagonal, algo totalmente atípico a lo que hacen en la fábrica, así que interpretando y bajo mi dirección iban doblando con las cilindradoras las velas de lo que iba a ser la futura escultura de 2,50 de alto por 18,85 por 1,15”, que luego se cubrió con pinturas especiales para soportar el problema de la oxidación en zona de mar.“La verdad que recibimos una atención impresionante, paramos en un hotel a treinta kilómetros de la planta y todos los días nos trasladaban en una combi, a las 7.30, para volver a las 20.30, 21; pasábamos el día entero en la fábrica, pero era alucinante, ellos tenían un entusiasmo impresionante, todos, porque tanto el coordinador, como el personal involucrado y el dueño pusieron al tanto de qué se trataba todo esto a los empleados, para ellos era algo totalmente distinto, nunca habían sido parte de algo así y estaban muy expectantes de lo que les íbamos a pedir, de lo que íbamos a hacer”, recordó el artista.




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