OBERÁ. Al escándalo de la posible participación de policías en fiestas privadas de sexo, alcohol y dinero, se suman ahora las sospechas acerca del presunto nexo de altos mandos de la fuerza de seguridad provincial con integrantes de la mafia china.El principal sospechoso es un comisario inspector que ya fue relevado del cargo en Oberá y trasladado a otra Unidad Regional, aunque todo apunta a la posible implicancia de otros miembros de la Policía de Misiones.Pese a la gravedad del caso, la Justicia de Oberá, de reflejos atrofiados en los últimos tiempos, no se inmutó por actuar de oficio, pese a que es latente la posibilidad de que incluso menores de edad sean utilizadas y explotadas en estas fiestas sexuales.Por el momento, y con buen tino, la Jefatura abrió un sumario interno y una investigación administrativa para determinar si el oficial de alto rango tiene responsabilidad o no en la maniobra. Todo apunta a que está seriamente comprometido.Por el momento, la identidad del principal sospechoso se mantiene en reserva.Al parecer, se trabaja en la hipótesis acerca de la posible vinculación de policías con integrantes de la mafia china.En un principio, se sospecha que se encargaban de proveer de mujeres a potentados comerciantes chinos para fiestas sexuales, no sólo en la ciudad de Oberá sino también en otros puntos de la provincia.En esa línea, recibían fuertes sumas de dinero por esa “prestación de servicios”.Asuntos Internos estaría al tanto de que esas ruedas sexuales se llevaban a cabo todos los jueves, en medio de ruletas y otros juegos. La pista orientalLa investigación se habría iniciado a partir del trabajo de un fuerza de seguridad nacional que estaba tras los pasos de una organización oriental, ligada a la mafia china, dedicada presumiblemente al tráfico ilegal de chinos y su ingreso a la Argentina a través de Misiones.Esa pesquisa se habría delimitado a la zona ribereña del río Uruguay, sobre todo en Alba Posse, Santa Rita y desde allí, hacia Oberá.En ese contexto se habría establecido que parte de esos mercaderes de seres humanos pagaban altas sumas de dinero para organizar y participar en orgías.Antes de que el escándalo estallara por el lado de GN, la Policía decidió intervenir.





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