PIÑALITO NORTE, San Antonio. Ante la falta de respuestas concretas al reclamo de construcción del Neni, el comedor y mejoras edilicias, los padres de la Escuela 581 de esta localidad decidieron cerrar el predio escolar a partir de hoy. La medida fue tomada en asamblea realizada el viernes y es prácticamente el último recurso que estos padres encuentran, dado que ya han agotado todas las instancias en un reclamo que lleva quince años y, a pesar de reuniones en el Consejo General de Educación, notas formales, y un acampe realizado el año pasado, no hay señales de que se solucione.¿Qué reclaman? La construcción de las salitas de nivel inicial, la reparación de los baños y la construcción de un salón comedor. Cabe recordar que en agosto pasado, el mismo Alberto Galarza del CGE se había comprometido a construir las casitas de madera para el Neni. Los padres, esperanzados, habían aprovechado las vacaciones para desarmar las aulas casi derrumbadas y preparar el terreno para la llegada de la casa prearmada. Pero nada llegó. Hoy por hoy no hay espacio físico para que los niños más pequeños tengan clases, por eso los padres decidieron no mandar a la escuela ni a los del Neni ni a los de la primaria. Sí habían comenzado las actividades los chicos del Bolp. Pero a partir de hoy, dado que no hay respuestas ni fechas de inicio de obra, ninguno de los niveles educativos tendrá clases.“El miércoles 12 vino un arquitecto, presuntamente representante de la empresa que sería la encargada de la obra, nos dijo que ellos estaban en condiciones de comenzar inmediatamente, que sólo faltaba la orden del consejo”, explicó a PRIMERA EDICIÓN Raquel Suárez, madre de una alumna de nivel inicial.“Lo único que pedimos -prosiguió uno de los padres- es que nos den una fecha concreta de inicio de obra y que ésta sea antes del receso de invierno. El año pasado firmamos un acta, sólo pedimos que cumplan con el compromiso asumido”.“Pedimos a las autoridades que traigan una pronta respuesta, no nos gusta hacer esto, no nos gusta cerrar la escuela, no nos gusta que los chicos pierdan clases, pero menos nos gusta sentirnos como ciudadanos de segunda o de tercera, nosotros pagamos puntualmente nuestros impuestos, merecemos una escuela digna para nuestros hijos”, concluyeron los padres.La Escuela 581 lleva más de quince años solicitando mejoras edilicias. Tal como explicó PRIMERA EDICIÓN en su informe del pasado lunes 10 de marzo, durante el verano los padres habían desarmado la casita “ñande roga” donde funcionaba el nivel inicial y despejaron el terreno con la intención de ir adelantando los tiempos. Pero la falta de cumplimiento y el no inicio de la obra provocaron que hoy los chicos no dispongan siquiera de la deteriorada aula, de la cual sólo quedaron los cimientos.





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