POSADAS. Comenzó a ser juzgado ayer un changarín de 42 años por suministrar bebidas alcohólicas con pastillas a una nena de nueve, para sedarla y poder abusar sexualmente de ella.El debate, que se lleva a cabo a puertas cerradas por tratarse de un delito de instancia privada y con menores involucrados, se lleva a cabo en el Tribunal Penal 1 de la capital provincial. En la ocasión el imputado declaró y dijo ser inocente de los cargos por los cuales fue procesado en la instrucción de la causa. El debate se reanudará hoy a partir de las 8.30, y está previsto que las partes observen el registro de la Cámara Gesell, con el testimonio de la menor que resultó víctima del aberrante episodio. También podrían declarar otros testigos y peritos. De no surgir otras medidas inherentes al debate, se concretarían los alegatos de las partes y posteriormente el Tribunal Penal 1 de la Primera Circunscripción Judicial, conformado por los magistrados Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel De Jesús Cardozo, pasaría a deliberar para dictar la sentencia.Atroz ataque sexualEl domingo 27 de septiembre de 2009, a las 9.10 aproximadamente, un sujeto interceptó a una pequeña de nueve años en un camino del paraje Pindapoy, jurisdicción de San José, cuando ella se dirigía a la casa de una vecina a llevarle verduras.La nena cumplía ese recorrido día tras día, circunstancia que al parecer el agresor conocía. Ese domingo no fue la excepción. La criatura salió de su casa y a mitad de trayecto fue abordada por el degenerado quien la habría amedrentado con amenazas para llevarla hasta su domicilio, situado en el barrio Don Bosco. Un vecino aseguró a los investigadores que vio cuando el changarín ingresaba en su casa con la nena, a la que llevaba de la mano.Según el parte policial, una vez dentro de la vivienda, el hombre suministró aguardiente con pastillas a la menor, para que ésta se durmiera y ya sin capacidad de reacción, pudiera accederla carnalmente.En una palabra la emborrachó y violó sin que la víctima pudiera gritar. El depravado, tras saciar su instinto bestial, hasta habría bañado y acostado a la víctima en la cama porque sangraba mucho. Mientras esto ocurría, la madre de la nena, al ver que ella no regresaba, comenzó a buscarla en forma desesperada, con la colaboración de los vecinos de la zona.Y fue la misma progenitora quien encontró a su hija dentro del domicilio del acusado. La mujer fue en busca de su hija a la que encontró con la ropita completamente ensangrentada mientras los vecinos retenían al sospechoso. Por fortuna, los uniformados acudieron con prontitud al lugar para evitar cualquier episodio de Justicia por mano propia. El informe médico confirmó el acceso y también que la víctima presentaba síntomas de intoxicación alcohólica. En base a las evidencias colectadas por la Justicia el caso llegó ahora a juicio oral.





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