La magra propuesta oficial en las paritarias docentes, de apenas un 22% de incremento, segmentado y con una parte atada al presentismo, volvió a poner en evidencia la fisura entre la realidad de la economía en este tenso primer trimestre del año y el relato oficial, notablemente más armónico que las espasmódicas medidas concretas adoptadas en las últimas semanas.El resultado de las paritarias docentes a nivel nacional tiene, es cierto, un valor meramente indicativo, ya que el Estado nacional no es empleador en esa actividad, como remarcó en estos días el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien no descartó que el Ejecutivo liquide en tiempo récord este primer tramo fijando un “piso” unilateral, destinado a planchar de entrada las expectativas en el inicio de las paritarias provinciales.Los estados provinciales sí son dadores de empleo, y eso hace que observen este primer capítulo de arranque de la discusión salarial sumidos en el temblor de no saber cómo pagarán los sueldos docentes este año, componente de peso en la mayoría de los casos, del gasto público provincial. La realidad de cada provincia, sin embargo, es única y eso explica que aún antes de la largada de las paritarias, varios distritos se anticiparan a hacer propuestas, entre ellos el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, que picó en punta con una propuesta de 31,6 %, supuestamente atractiva, pero que no cayó bien porque se pagaría en dos mitades, algo que los maestros asocian con eternas promesas incumplidas. Otros distritos que se hicieron ver anticipadamente son Catamarca (28%), San Luis (30%) y Tierra del Fuego (28%).La realidad financiera de las provincias, a su vez, se ve como potencialmente explosiva si se tiene en cuenta que (según la Fundación Mediterránea) las necesidades totales de financiamiento de este año podrían alcanzar a los 40.000 millones de pesos y duplicarían las registradas en el 2013. El mezquino porcentaje de aumento que adelantó el Gobierno en la primera reunión y que sirvió únicamente para echar leña al fuego de la protesta docente, siempre en ebullición a esta altura del año, sirve para fijar parámetros de discusión en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado y de mayor peso electoral del país, y en el resto de las provincias que aún no hicieron una oferta a sus docentes; pero también es símbolo de la problemática que atraviesa a la economía en general, de cara a un año crucial.El piso que propone el Gobierno a los gremios -visiblemente menor a la suba previsible del costo de vida, sin contar el efecto de la reciente devaluación de más del 22%- probablemente represente una propuesta razonable para el Ejecutivo, debido a que su principal preocupación es bajar el gasto público y mantener alineadas las variables macroeconómicas. Tensiones del modeloEn ese sentido, y recordando la conocida fórmula de que “la necesidad tiene cara de hereje”, no se puede dejar de ver en la postura conservadora del Gobierno frente a las paritarias una opción por ajustar la economía en base a la contención salarial, algo que contradice el relato del kirchnerismo, pero que aparece como la única alternativa de defensa del “modelo productivo” de crecimiento con empleo y consumo en alto.Desde el fin del año pasado, en que no solamente la economía argentina, sino todas las llamadas emergentes, sufrieron fuertes presiones, el Gobierno se vio obligado a encarar una ola de cambios que reformularon otro hasta entonces bastión ideológico, la política del BCRA, y llevaron a un sinceramiento cambiario en base a una fuerte devaluación del tipo de cambio. En este marco de retoques de último momento, la hora de la verdad llega en el momento de fijar salarios, una tarea más que difícil de concretar sobre un fondo de precios en constante suba, aún con el contrapeso del programa oficial de “Precios Cuidados”. El cierre de la economía en 2013, según las cifras que dio el Indec, justifica los ajustes que pretende encarar el gobierno, aunque no es fácil prever los resultados, que serán la clave de un año que si bien no está en el calendario electoral, muestra un fuerte “carácter preelectoral”. El alza en la actividad económica -según el organismo oficial- fue en diciembre de 2,7% respecto al mismo mes de 2012; pero de apenas 0,1 % frente a noviembre. La balanza comercial de enero, en tanto, cerró con un superávit de apenas 35 millones de dólares, con una caída interanual del 88%.En este marco estrecho, el Gobierno deberá moverse como un elefante en un bazar para evitar que el proceso de paritarias, que recién empieza con los docentes, termine realimentando el componente inflacionario de la economía y barriendo con el delicado equilibrio que se busca sostener. El esfuerzo del Estado como el empleador, de acuerdo a estudios recientes, explica que se mantenga el nivel de empleo. Para el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) el “modelo” económico iniciado en 2003 tendrá problemas con la pauta salarial, debido a que en su origen se basó en los superávits gemelos (fiscal y externo) que, a su turno, se alimentaron de la previa licuación de salarios reales que produjo la mega-devaluación. Hoy, para la entidad crítica con el Gobierno, se requiere lograr que los aumentos de salarios sean inferiores a los del dólar y la inflación una alternativa que pondría en máxima tensión a la brecha entre el discurso oficial y la reestructuración actual de la economía. Pronósticos en off sideDesde la óptica oficial, mientras “a Dios rogando y con el maso dando”, el Gobierno nacional trata de poner en caja las aspiraciones salariales de los docentes -y de ahí influir en toda la discusión salarial posterior-.Referentes kirchneristas como el gobernador Daniel Scioli tratan de mostrar una cara más optimista. Al asistir a la reunión de ayer del PJ bonaerense, en la que se buscó dar una imagen de unidad, se mostró convencido de que de ahora en adelante cabe esperar un repunte de la economía, y sostuvo que ya quedaron atrás “esas semanas en las que hubo fuertes embestidas políticas y económicas y quienes apostaron a una crisis terminal por caída de reservas “han quedado en off side”.En la mira A nivel provincial, la discusión salarial con los docentes se le presenta difícil al gobierno de Maurice Closs a pesar de contar con el auxilio de la titular del gremio mayoritario y legisladora oficialista “Marilú” Lever
berg, quien tendrá esta vez más trabajo que el habitual en la poda de las expectativas de los maestros misioneros, dado el fuerte malestar que impera en todo el arco de empleados del Estado misionero por el atraso salarial. De hecho, referentes del Movimiento Pedagógico de Liberación y del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Misiones, mantuvieron ya una audiencia con funcionarios de Gobierno a los que anticiparon el rechazo a la oferta de 22% de aumento del Ejecutivo nacional y la adhesión al paro docente pautado para principios del mes entrante. Closs viene tratando de anticiparse a una crisis con una serie de medidas de ajuste que, al tener que retractarse luego, como en el caso de la tasa yerbatera y la última suba de la luz, dejan la sensación que avanza a tientas en el nuevo y difícil escenario.Por rumores de pasillo, trascendió que además de los problemas financieros, el gobernador habría quedado en off side políticamente, ya que en ámbitos del kirchnerismo nacional se lo habría motejado literalmente de “traidor a la causa”, luego de que se publicara una entrevista, en pleno receso veraniego, en un medio nacional enfrentado al gobierno, la cual, según se dice, sería en realidad una “publinota”.Closs tampoco estaría atendiendo como es debido los reclamos de muchos intendentes, que se quejan de la total incertidumbre en que son abandonados, luego de que el fin de año cerrar con una escasez notoria de recursos. El tablero interno renovador, por su parte, sigue agitándose en torno de las candidaturas para 2015, un tema que preocupa en razón de que las encuestas con que contaría el Gobierno muestran un panorama no del todo alentador que asimila el escenario esperable en 2015 al de la elección de 2007, lo que hace presumir que un súbito avance del espíritu frentista en la oposición podría frustrar la hegemonía renovadora.





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