LORETO. Abelardo Esteban González es concejal del Frente para la Victoria en el municipio de Loreto, tierra que desde hace más de 20 años comanda la familia Portel y su entorno con mano de hierro. A este concejal se le ocurrió ponerse enfrente del intendente Francisco Javier Aquino, compadre de la ex intendenta Marta Portel, y reclamar por una intromisión a su propiedad que realizó el municipio mediante una obra de perforación para agua potable.En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN, el funcionario explicó que “tengo una propiedad de 5 hectáreas a 800 metros de la ruta 12. Ahí cerca el municipio y la Cooperativa de agua realizaron una perforación y pasaron los caños por mi propiedad, medio metro bajo tierra con un caño, pero sin pedir permiso”.“Me acerqué a preguntar respetuosamente a los empleados qué estaban haciendo y me respondieron que hable con el intendente porque él era el encargado. Al parecer le dijeron que yo estuve porque a la media hora vienen dos policías a mi casa, de apellido Ortiz y Larre, y me dicen que si tengo algún problema con el intendente por el tema del agua, y que si no tengo el título de la propiedad que no jodas porque me iban a meter preso”, relató.Después del entredicho González le responde que no estaba “jodiendo” sino defendiendo el derecho de su propiedad, reconoció que no tiene el título porque está en trámite pero posee los impuestos al día y otros documentos que certifican su titularidad, además de vivir en el lugar hace más de 35 años, incluso sus padres siguen viviendo en el lugar y ellos fueron los primeros que se radicaron.Los policías le dijeron, según el concejal, que “el intendente tiene todo el derecho de pasar por donde sea porque se trata de una obra pública. Y si vos querés hacer la denuncia te vamos a meter preso para que no molestes” y le advirtieron que “a la comisaría no vayas a molestar porque ya estas sabiendo”.Ante esta situación González comentó que contactó a un abogado para asesorarse sobre las facultades del intendente a invadir propiedad privada con una obra y decidió apurar los trámites del título.Sin embargo, no volvió a tener contacto con los trabajadores ni funcionarios de cooperativa ni del municipio. La obra sigue igual, atravesando toda su propiedad.Gestión autoritariaGonzález relató que no es el único gesto de autoritarismo del intendente: “conmigo nunca habló en dos años que soy concejal, los proyectos se aprueban de cualquier forma, si no estoy de acuerdo dicen que soy malo y que pongo trabas en la gestión, pero yo quiero que la gestión sea transparente, por eso pido la rendición de cuentas, porque jamas vinieron a rendir cuenta de lo que se hizo”. “El dice que es autoridad del pueblo y puede hacer lo que quiera. Los dos yernos, la hermana, todos los parientes son policías y fueron traídos de otras comisarías para trabajar en Loreto”, explicó. Recordó también que los dos concejales renovadores que son la mayoría “siempre me faltan el respeto, no me dejan hablar en las sesiones, el secretario no me anota mis declaraciones”. El Concejo tiene solamente tres integrantes, los dos renovadores son Carlos Lukasieviz (presidente) y Patricia Stup. González completa el trío por la minoría.También relató que hace poco se compró un camión, por adjudicación directa, sin licitación y que “no fue aprobado por unanimidad como indica la ley 257 de Municipalidades”. “Pedí informes y nunca me quisieron dar”, enfatizó.Y por último contó que “el hijo del intendente utiliza la camioneta de la Municipalidad como si fuera propia, para pasear los fines de semana e ir al boliche. Les dije a los concejales y me respondieron que ellos no ven la camioneta pero solo es cuestión de pararse frente al boliche de Santa Ana los fines de semana”.





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