POSADAS. Familias, parejas y grupos de amigos de todas las edades se dieron cita en el cuarto tramo del paseo ribereño en horas de la tarde del domingo, al compás de artesanos y emprendedores convocados por la Secretaría de Cultura y Turismo Municipal, para acompañar el evento, para, entrada la noche, disfrutar de toda la música de Zamba Quipildor y los artistas que lo acompañaron en las inmediaciones del Centro Multicultural. Poniendo el acento en la trascendencia religiosa de esta época en la cual la comunidad cristiana celebra el nacimiento del niño Jesús, el Padre Barros de la diócesis posadeña, dio la bendición al público presente y a los artistas que se alistaban para comenzar con su puesta en escena.Mediando las 21.30 no quedaban lugares en las sillas dispuestas de cara al escenario, pero las familias seguían llegando con sillones plegables u ocupando de pie los espacios libres en la explanada de la costanera.Así, Zamba y su conjunto dieron el puntapié inicial con un repertorio folklórico impecable que incluyó grandes éxitos de la música regional y nacional. Poco más tarde, el mítico cantor salteño invitó a los coros Universitario de Misiones y al de Jóvenes Cantores de Posadas, para entonar la esperada Misa Criolla, que por momentos erizó la piel de los presentes.Sonaron así, con ritmos tradicionales del norte argentino, “Gloria”, “Credo”, “Sanctus” y todas las canciones que incluye esta obra compuesta por Ariel Ramírez hace ya más de cincuenta años. Un imponente sonido, acompañado por la magia de la costa posadeña enalteció las estrofas religiosas de la Misa, avivando el espíritu navideño de todos los presentes. Le seguiría “Navidad Nuestra”, considerada “hermana menor” de la primera. No menos emotiva que su predecesora, fue concluyendo con el espectáculo que duró más de dos horas y finalizó con los bises Gloria (segunda parte) y Zamba de mi Esperanza, cantado de pie por las miles de personas que se acercaron a compartir el espectáculo.




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