ELDORADO. En doce años al frente del negocio familiar junto a su padre, Hernán Bacchi (37) nunca vivió una situación siquiera similar a la del último viernes por la noche, cuando fue obligado a participar en el robo del cadáver del sicario paraguayo Marcos Fabián Martínez Sánchez.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Bacchi relató en detalle cómo fue el robo del cuerpo, noticia que ayer trascendió incluso a los medios nacionales.“No recuerdo bien la hora, pero era entre las 20.30 y 21 cuando llegaron estas tres personas. Sabía que la mujer era la hermana porque había venido durante toda la semana por los trámites del cuerpo”, recordó Bacchi al respecto.El empresario fúnebre contó que la mujer no tardó en decirle por qué estaba de vuelta allí. “Me dijo que si no le daba el cuerpo del hermano, me iba a matar. ‘Si no, te vamos a liquidar’, fue lo que me dijeron”, rememoró en diálogo con este medio.Sorprendido y con el lógico temor de estar frente a personas peligrosas, Bacchi no ofreció ninguna resistencia y accedió al pedido bajo el lógico temor de perder la vida. Pese a ello, aseguró que “ninguno exhibió ningún arma y que se mostraban tranquilos. No querían problemas, sólo querían el cuerpo e irse”.Bacchi fue entonces al fondo de la funeraria y depositó el cadáver en un cajón. “Lo cargamos en la ambulancia y salimos. Ellos me iban guiando por dónde tenía que ir”, recordó. Partieron desde el edificio de “Funeraria Eldorado”, sobre calle Belgrano s/n del kilómetro 3 hasta una calle que cruza por detrás del autódromo. De allí por Bertoni hasta unas calles de tierra. “La mujer era la única que hablaba conmigo, en español. Los hombres sólo hablaban en guaraní”, confió.En uno de los caminos la ambulancia quedó empantanada y fue entonces que el trío decidió continuar su camino a pie. “Ahí se bajaron y siguieron de a pie con el cajón. Los hombres se fueron en silencio, pero la mujer, antes de irse, me dijo ‘Muchas gracias, que Dios te bendiga’ y se perdió con los otros por el monte. Eso fue a unos 600 metros de la desembocadura del arroyo Piray Miní con el Paraná”, explicó Bacchi.Una vez fuera de peligro, el empresario dio media vuelta y regresó a toda velocidad a bordo de la ambulancia hacia la funeraria. Allí su padre lo esperaba con la certeza de que algo raro había sucedido: el edificio estaba vacío, con las puertas abiertas, la ambulancia no estaba y faltaba el cuerpo del sicario paraguayo. Dieron aviso a la Policía, aunque ya no había más nada que hacer.Más allá de la situación que le tocó vivir, Bacchi aseguró que sólo sintió miedo cuando recorría los caminos terrados. “Ahí no había nadie y me pasaron miles de cosas por la cabeza”.Finalmente, reconoció que todo fue “muy raro” pero afortunadamente “muy tranquilo”. Ahora la Justicia busca a la mujer y a sus dos cómplices. Pedido de captura ydetención internacionalNi bien se enteró del insólito y preocupante episodio, el juez Juan Pablo Fernández Rissi, a cargo del Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado, libró la orden de arresto contra la hermana de Martínez Sánchez y los dos hombres que la acompañaban.Al menos hasta anoche, y como era de esperarse, no había novedades de sus paraderos.Asimismo, se informó el inicio de las gestiones con la Policía Nacional de Paraguay para efectivizar la orden del magistrado.En otro orden de cosas, y ya de pleno en esta nueva etapa de la investigación, se supo que la Justicia podría endilgar a la mujer y sus cómplices los delitos de “atraco a mano armada y privación ilegítima de la libertad”, perpetrados contra el encargado de la funeraria ubicada en el kilómetro 3 de Eldorado, más allá de que éste aseguró que jamás fue encañonado.La pregunta del millón tiene que ver con una cuestión técnica: ¿se puede considerar robo a la sustracción de un cadáver?Una cuestión que deberá dilucidar el juez de Puerto Iguazú, Fernández Rissi, quien subroga el Instrucción 2 de Eldorado, que por cuestiones de jurisdicción interviene en la investigación del homicidio del empresario Mario Nicanor Cabañas, ultimado de dos balazos en el pecho el domingo pasado, alrededor de las 7, en la localidad de Montecarlo. “Matrix” pudo haber escapado a ParaguayELDORADO. Elías Roberto Espíndola, más conocido como “Matrix” entre los suyos, continuaba anoche en calidad de prófugo de la Justicia, que lo busca desde el domingo por su participación en el homicidio del empresario y “amigo” Mario Nicanor Cabañas.La madre de Cabañas lo reconoció cuando arribó a la casa, en Montecarlo, y también cuando escapó a la carrera después de que el presunto ajuste de cuentas se le fuera de las manos. En un principio se pensó que podría intentar esconderse en Buenos Aires, de donde arribó cuatro días antes del homicidio, pero la teoría perdió fuerzas con el devenir de las horas. Luego se informó que podría esconderse en algún lugar del Alto Paraná misionero, con la complicidad de familiares.Ahora, finalmente, los investigadores comienzan a sospechar que pudo haber pasado la frontera a Paraguay, con ayuda y protección del mismo clan al que pertenecía el sicario que se desplomó alcanzado por tres balazos calibre .38.De una u otra manera, lo único cierto es su paradero era anoche un misterio.





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