BUENOS AIRES (DyN). El presidente de la Asociación de Concesionarios de Autos de la República Argentina (ACARA), Abel Bomrad, advirtió que el Gobierno “va a destruir el buque insignia de la industria, que es el sector automotor, sin ton ni son”, al rechazar el impuesto interno a los vehículos a partir de 170 mil pesos.“Se destruye un buque insignia, que es la industria automotriz sin ton ni son”, manifestó a DyN el titular de ACARA, quien precisó que la entidad procurará que el Gobierno introduzca una cláusula de ajuste en los valores de referencia, en el decreto reglamentario.Bomrad indicó que la entidad va a “tratar de que comprendan la gravedad del tema”, aunque aclaró que “ya gastamos todas presentaciones necesarias”.“Seguiremos pidiendo la entrevista a los organismos de aplicación a efectos de ver si en la reglamentación se logra una automaticidad en la actualización de los montos”, indicó el empresario.El concesionario de autos indicó hace dos semanas que la ley tal cual quedó aprobada en 2014 va a terminar afectando al 70% de los autos que se fabriquen en el país a partir del 2014.“Si nos sentamos a dialogar podremos acercar ideas para superar el problema. Esto se suma a la decisión de restringir la importación de bienes de cualquier valor”, agregó.Por otro lado, el empresario descartó la posibilidad de que la entidad presente una medida cautelar ya que según señaló “no hay suficientes elementos de inconstitucionalidad”, en la ley aprobada por el Senado.El impuestoEl oficialismo aprobó en el Senado con 39 votos a favor y 18 en contra la ley que aumenta los impuestos internos para autos y motos de alta gama, embarcaciones y aeronaves deportivas.La oposición cuestionó el proyecto por considerar que afectará a la industria argentina y que, particularmente en el caso de las motos, podría impactar a quienes utilizan ese vehículo para trabajar.En el articulado se establece que el impuesto que ya pagan los bienes suntuarios, que es del 10%, aumentará cuando el valor de los productos supere los 170.000 pesos o los 210.000 pesos, como sucede para el caso de los autos de alta gama.Está contemplado que el gravamen oscilará entre un 30 y un 50%, de acuerdo al valor que tengan los bienes, y en ese sentido se estableció que los autos de alta gama pagarán la alícuota más alta cuando su precio superen los 210.000 pesos.El proyecto precisa que un vehículo que tenga un valor de entre 170.000 y 210.000 pesos, sin impuestos, pagará una tasa de un 30% y si es mayor a esos montos, abonará la tasa del 50%.A las motos se les aplicará una alícuota de 30% cuando su precio sin impuestos se encuentra entre los 22.000 y 40.000 pesos y en 50% cuando supere los 40.000.Para las embarcaciones concebidas para recreo o deportes y los motores fuera de borda se establece una alícuota del 30% cuando su precio sin impuestos se encuentre entre los 22.000 y 170.000 pesos y del 50% cuando sea superior a 170.000.Por último, en el caso de las aeronaves, aviones, hidroaviones, planeadores y helicópteros concebidos para recreo o deporte, el proyecto -que permitiría al Gobierno aumentar la recaudación en unos 200 millones de pesos anuales- establece una alícuota del 50% cuando su precio sin impuestos sea superior a 170.000 pesos.El senador oficialista Aníbal Fernández defendió el proyecto al señalar que “el impuesto no es recaudatorio sino que busca equidad y distribución del ingreso”.Además, afirmó que “el impacto comercial será de 510 millones de pesos y afecta a menos del 7% del mercado automotriz”.Otros senadores discreparon con estos números, como fue el caso de Diego Santilli, del PRO, quien sostuvo que “esta medida generará un daño a la industria automotriz que creció sistemáticamente con este gobierno”.“Le estamos aplicando el aumento al 50% del mercado. Con una tasa de inflación al 20%, en 2014 van a ser del 68% de los modelos”.





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