SANTIAGO, Chile (AFP-NA). Los chilenos concurrirán otra vez a las urnas hoy para definir en segunda vuelta quién gobernará el país los próximos cuatro años, en una inédita elección entre dos mujeres que confronta a la socialista y gran favorita Michelle Bachelet y la derechista Evelyn Matthei.Nunca antes en Chile ni en América Latina dos mujeres se habían enfrentado en una segunda vuelta electoral, cuatro semanas después de la votación en la que Michelle Bachelet -una médico pediatra, de 62 años- estuvo a menos de cuatro puntos de abrochar su retorno al palacio presidencial de La Moneda, con un 46,6% de la votación.Matthei, economista y exministra del Trabajo, de 60 años, ocupó el segundo lugar con un 25,1%.Los más de 21 puntos que separan a las dos candidatas, ambas hijas de generales de la Fuerza Aérea, que eran muy amigos, y que de niñas compartieron juegos, suponen una diferencia casi irremontable para Matthei.Unos 13,4 millones de personas están habilitadas para votar. Para esta nueva jornada electoral se estima, no obstante, que acudirán menos votantes de los 6,6 millones que sufragaron el pasado 17 de noviembre, cuando debutó el voto voluntario a nivel presidencial.Desde la infanciaDe niñas compartieron juegos de infancia y sus padres, ambos generales de la Fuerza Aérea de Chile, eran grandes amigos. Pero una historia trágica cambió el rumbo de sus vidas.Más de cinco décadas después, la socialista Bachelet y la conservadora Matthei, se enfrentan desde trincheras políticas opuestas en un inédito balotaje presidencial.Sus familias vivían frente a frente en la base aérea de Cerro Moreno, en Antofagasta, a unos 1.200 kilómetros al norte de Santiago. Sus padres eran muy buenos amigos, pero el golpe de Estado que instauró la dictadura de Augusto Pinochet, en 1973, le dio un tumbo a sus vidas.Alberto Bachelet fue apresado ese mismo día y torturado hasta la muerte meses más tarde por mantenerse fiel al gobierno del derrocado mandatario socialista Salvador Allende.Fernando Matthei, quien se encontraba en Londres en setiembre de 1973, regresó a Chile para dirigir la Academia de Guerra Aérea -en cuyos subterráneos estuvo detenido Bachelet- y luego formó parte de la junta militar del régimen.La carrera presidencial chilena tiene “estos componentes tan dramáticos e increíbles, como el que dos niñas que jugaron juntas en los años 50 después estén convertidas en candidatas en bandos opuestos”, dice a la AFP la periodista Rocío Montes, co-autora del libro “Hijas de General”, que profundiza sobre la historia que cruza a ambas candidatas. “Alguien decía que uno de los grandes misterios de la política chilena es ver si esto es casual o producto de la historia”, agrega la autora.Bachelet y Matthei no fueron grandes amigas, como sí lo llegaron a ser sus padres, quienes compartían su gusto por la música, los libros y el deporte.Hoy, Evelyn vive en la casa que fue de sus padres, donde dos olivos y un cerezo regalados por el “tío Beto”, como llamaban a Bachelet, aún le dan sombra. “Nos sorprendimos al darnos cuenta que no solamente eran conocidos dentro de la Fuerza Aérea, no solamente eran amigos, sino que los mejores amigos dentro de la institución”, agrega Montes.Aunque ellas tenían carácteres distintos, su vida en una base militar las lleva a tener rasgos comunes, como el sentido del orden, el deber y su amor por los estudios.Las dos eras brillantes alumnas y terminaron sus estudios con calificaciones sobresalientes. Bachelet se tituló de médica pediatra y Matthei de economista.La muerte de su padre, a los 51 años, tras meses de prisión y torturas, marcó profundamente a su hija Michelle y determinó su actuar en política que hoy, con 62 años, la tiene como la más segura ganadora de los próximos comicios tras un primer periodo presidencial, entre 2006 y 2010, cuando se convirtió en la primera mujer en llegar a la Presidencia de Chile.Fernando Matthei era el director de la Academia de Guerra donde estuvo detenido el general Bachelet, pero no tenía responsabilidad sobre quienes estuvieron detenidos allí, según determinó la justicia y la convicción que se ha formado la propia familia Bachelet.De hecho, la viuda del general Bachelet, Angela Jeria, defendido públicamente a Matthei. “Ella (Jeria) lo defiende, porque llega al convencimiento de que él no tenía la jerarquía, el cargo y la responsabilidad sobre la muerte de su marido”, dice de su lado Nancy Castillo, la otra autora del libro “Hijas de general”.El día en que Jeria defendió en público a Matthei, recibió luego un ramo de rosas del ahora general retirado en agradecimiento por sus palabras.En 1979, Matthei tuvo otro gesto hacia Jeria y su hija Michelle. Tras cinco años de exilio y cuando él ya formaba parte de la junta militar fue el garante del retorno de ambas al país frente a un gobierno que las consideraba aún peligrosas.Evelyn Matthei estaba en Londres junto a su padre cuando se perpetró el golpe de Estado. Allá perfeccionó sus estudios de piano y luego en Chile estudió economía. Hacia el final de la dictadura de Pinochet, en la década de los 80, se convirtió en una activa militante política de uno de los partidos que apoyaban al régimen militar.En democracia, tuvo un frustrado intento por postular a la Presidencia en 1993 junto al hoy presidente Sebastián Piñera, con quien se vio envuelta en un sonado caso de escucha telefónica que derrumbó momentáneamente la novel carrera política de ambos.Luego Evelyn se convirtió en diputada y más tarde llegó al Senado. Piñera la llamó para integrarse a su gabinete como ministra del Trabajo. En este puesto la encontró la nominación para ser candidata única de la derecha tras la renuncia de Pablo Longueira, ganador de las elecciones primarias del sector, que fue diagnosticado de una depresión.Hoy, a sus 60 años, ella enfrenta a la candidata socialista, mientras su padre carga aún cierto remordimiento por no haber tenido ningún gesto con su amigo Bachelet.“La prudencia primó sobre el coraje”, ha dicho el general Matthei sobre aquel episodio.





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