POSADAS. Renacer es un grupo de autoayuda integrado por padres y madres que perdieron a sus hijos en distintas circunstancias y que el próximo año ya cumplirá veinte años desde que está en nuestra provincia. A Misiones llegó de la mano de la doctora Alicia Cabral, quien conoció en Córdoba el grupo que inició estas actividades y lo implementó aquí. La semana pasada, el grupo Renacer realizó una suelta de globos en la plazoleta existente en la avenida Mitre y López Torres de la capital provincial, evento que todos los años se llevan a cabo como expresión de reafirmar la vida. “Los padres y madres integrantes del grupo, anualmente organizan este acto pleno de simbolismo, elevando los globos hacia el cielo, con mensajes escritos para los hijos que ya no están físicamente con nosotros”, indicaron desde el grupo.“Renacer está a nivel nacional e internacional, transcendió la frontera e incluso vinieron padres de España a Río Cuarto, Córdoba, que es donde se inició y se llevaron la misma filosofía. Los iniciadores del grupo son Gustavo y Alicia Berti, quienes perdieron a su hijo en un accidente y sintieron una necesidad o un llamado de reunirse con otros padres que habían pasado por la misma situación, así comenzó, sin imaginarse que se iba a extender a todo el país ni mucho menos a otros países”, indicó a PRIMERA EDICIÓN, una de las integrante del grupo Lala de Taboada. La mujer integra el grupo desde hace muchísimos años contó la historia del grupo en nuestra provincia y también que el próximo año estarán cumpliendo veinte años con Renacer: “El año que viene, se cumplen veinte años que Renacer está en Misiones, adonde llegó de la mano de la doctora Cabral, que perdió su único hijo varón en un accidente. El grupo no tiene una cantidad de padres, sino que las personas van y vienen, hay algunos papás que llegan con dolor, sin saber donde están parados y por ahí se vuelven a encaminar, y nunca más volvió. Le sirvió la ayuda que nos damos entre todos, que es la finalidad del grupo. Y después estamos aquellos que seguimos a pesar de haber paliado, en cierto modo, nuestro dolor, pero no somos más de 25 personas. Sin embargo, en la última suelta de globos estuvo llena la plazoleta”, aseguró. “Cuando uno pierde a un hijo está frente a lo desconocido total”Lala relató a este medio que llegó al grupo después que falleció su hijo Roberto, de 22 años, tras un derrame cerebral. Para la mujer, encontrar a otros padres en su misma situación fue una “bendición de Dios”, ya que “cuando uno pierde a un hijo está frente a lo desconocido total”, aseveró en una parte de la entrevista que mantuvo con PRIMERA EDICIÓN. “Yo perdí a mi primer hijo varón hace casi ya veinte años, él se llamaba Roberto y tengo dos hijas más. Cuando uno pierde a un hijo está frente a lo desconocido total, no entiende nada, es como un terremoto que se nos viene encima y uno tiene que tirar manotazos para poder salir, gracias a Dios conocí este grupo y en la primera reunión volví a mi casa distinta, me di cuenta que no era la única, con esos padres que me recibieron con tanto cariño, amor, apoyo y ellos me decían que pudieron salir, que estaban de pie para atender a los otros papás que necesitaban de su apoyo”, indicó Lala, quien hoy en día ya cuenta con nietos, sin embargo, la dolorosa procesión continúa dentro suyo y eso se lo nota en la voz entrecortada. “Ver a otros padres en misma condición o situación me ayudó muchísimo, porque yo decía que si ellos pudieron yo también, además siempre me contaban que tendían la mano a otros por amor a sus hijos. El sufrimiento se resuelve con el servicio, cuando uno deja de mirarse que nos pasa a cada uno, siempre decimos que una cosa es lo que nos pasa y otra muy distinta, es qué hacer con eso que nos ocurre, porque no debemos quedarnos con el dolor, porque destruye. El dolor arrincona, no nos deja avanzar, nos daña a los padres y detrás están sus demás hijos que también están sufriendo por sus hermanos”. La mujer detalló que “lo más importante para mí en el momento que llegó al grupo es que me recibieron personas que pasaron por lo mismo que yo. “Lo único que nosotros siempre decimos que nos hace avanzar y nos moviliza es el amor. En homenaje a nuestros hijos, por amor a ellos debemos hacer el esfuerzo de continuar, si antes cuando los teníamos físicamente lo único que queríamos era que estén bien y ahora que no están seguimos haciendo el esfuerzo de esta bien nosotros para sus hermanos, para el resto de nuestra familia. La muerte se puede llevar casi todo, jamás se podrá llevar lo que sentimos por nuestros hijos”.





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