OBERÁ. Tres madres del barrio Villa Mosquere 2 no se quedaron de brazos cruzados ante las necesidades de los niños y familias del lugar y decidieron servir la merienda a los chicos, por el momento tres veces por semana, gracias a las donaciones que consiguen con mucho esfuerzo. Las tres mujeres tienen una familia que atender, pero se unieron y buscan ayudar porque saben que muchos vecinos del barrio están pasando por momentos difíciles y quieen mejorar un poco la dura realidad de los menores. De esta manera, desde el 26 de noviembre Norma Mieres, Rosa Flores y Marcela Duarte comenzaron a servir la merienda en un garaje. A puro corazón y voluntad tres veces por semana le sirven la merienda a los chicos, “nos gustaría que sea todos los días pero no podemos porque el merendero sale adelante con la ayuda de la comunidad de corazones solidarios que nos dan la leche, el azúcar , la harina y la levadura para prepararles el pan que amasamos y horneamos en mi casa. Por ahora los lunes, martes y jueves son los días que vienen los chicos, traen su taza y comparten la merienda”, dijo Norma Mieres, la dueña de casa.En una humilde vivienda, refugiados en un garaje con piso de tierra, le da el lugar a los chicos que cada vez son más, “con las donaciones nos manejamos, el primer día nos ayudó una señora del comedor de la Municipalidad y colaboró con leche y azúcar, otra gente nos trajo galletitas, ropa, harina. Cada día que pasa vienen más chicos porque entre ellos comentan y traen a sus amigos”. “Tratamos de variar, siempre dependiendo de lo que tenemos, a veces le servimos, mate cocido o té con leche, y otras veces chocolatada. Los días de merienda me levanto pensando qué tenemos o qué nos falta y salimos a pedir colaboración, algunas veces mi esposo compra lo que falta porque los chicos vienen sí o sí y algo hay que darles”, consideró Norma. Pura solidaridadLas tres mujeres son amas de casa y dedican su tiempo al cuidado de la familia, además de la solidaridad, todas tienen muchos chicos. Norma tiene 7, Rosa 8 y Marcela 5. “Cuando íbamos a empezar con el merendero hablaron mucho, decían que esto es político y nada que ver, también dijeron que le íbamos a quitar la responsabilidad a los padres de darle de comer a los chicos, pero hay gente que no sabe lo que es la necesidad. Nada de esto nos detuvo, seguimos para adelante confiando en Dios”, dijo Marcela.Antes de servir la leche agradecen a Dios por los alimentos. “Para Navidad queremos armar una bolsitas con golosinas si la gente nos ayuda”, confiaron y agregaron que con amor y compromiso se pueden hacer muchas cosas.





Discussion about this post