POSADAS. Varias fuentes del Gobierno confirmaron que el gobernador, Maurice Closs, no haría cambios importantes en diciembre, como era costumbre en cada año de elecciones y siguiendo la oxigenación del gabinete. Sino, se tomaría los meses de enero y febrero para analizar los números de gestión de cada funcionario y, recién entonces se definirían las eventuales modificaciones.Esta decisión se habría tomado en una reciente reunión entre el gobernador y el presidente del Partido de la Concordia Social, Carlos Rovira, en la cual dialogaron del escenario político y consideraron conveniente dejar pasar diciembre, enfriar algunos ánimos exacerbados por la interna política, y definir con la “cabeza fría” en marzo o abril, según confiaron los informantes.Además, se cree en el entorno del gobernador que la actitud de los funcionarios podría cambiar si no se oficializan los cambios: muchos se quedarán trabajando durante el verano para poner en orden sus administraciones y evitar ser desplazados. En cambio, si se dieran los cambios en diciembre, los primeros dos meses del año estará prácticamente todo el Gabinete de vacaciones, con la tranquilidad de arrancar con presupuesto nuevo.Al margen de los eventuales cambios, lo que sí podría ocurrir ahora es la designación de puestos que se encuentran vacantes luego de la limpieza que realizó Closs en julio, tras conocerse el resultado de las legislativas, cuando la renovación obtuvo sólo el 33% de los votos.Entre los puestos a designar se menciona un nuevo ministro de Trabajo, puesto pendiente después de que fue echada Claudia Gauto a mitad de año; un subsecretario de la Juventud, luego del desplazamiento de Marcelo Cantero, un director de Tabaco que reemplace a Roberto “Punchi” Rockembach y un reemplazante de Santiago “Pinky” Enríquez, en el Centro de Promoción y Desarrollo Social (Ceprodes) del Ministerio de Desarrollo Social, entre otros puestos de segunda línea.Este año político fue atípico para el Frente Renovador porque superó las tres elecciones que se presentaron en Misiones, pero obtuvo un margen de votos muy inferior al que esperaban conseguir.Al comparar con los números obtenidos en 2011, se interpreta que el Gobierno perdió alrededor de 160 mil votos (descendió de 360 mil a 200 mil) y descendió 30 puntos porcentuales.La búsqueda de culpables y de “aburguesados” aceleró y potenció la interna política entre radicales y peronistas renovadores en el cierre del año. El peronismo renovador presionó para influenciar en cambios dentro del Gabinete clossista, mientras que el clossismo se auto proclamó como el padre de la victoria en la última elección legislativa nacional.En este clima embravecido y convulsionado, donde se cruzan acusaciones y zancadillas, el gobierno prefiere dejar pasar el tiempo, revisar la gestión de los funcionarios más polémicos o rechazados del Gabinete y después recién producir los cambios.Se escucha en el interior del Gobierno que los más cuestionados serían el ministro de Turismo, Horacio Blodek; el de Educación Luis Jacobo; el de Agro, Néstor Ortega; y el presidente de Emsa, Sergio Ferreira. En el entorno de Closs creen que si revisan los números de estos cuatro funcionarios, seguramente se producirán modificaciones, aunque se baraja también la posibilidad de efectuar fuertes cambios en las segundas líneas, principalmente en Agro y Turismo, donde algunos subsecretarios no estarían a la altura de las exigencias.Incluso, muchos que se habían probado el traje en algún ministerio, terminarán en lugares de menor jerarquía (ya sea por decisión propia o por designio de sus jefes políticos). Se mencionó en los pasillos de la Rosadita que se piensa en crear nuevos cargos para albergar a desempleados del poder legislativo.En la Legislatura la renovación mantiene mayoríaPese a no lograr resultados exultantes este año y solo introducir nueve de los 20 diputados que se integrarán, el Frente Renovador continuará teniendo mayoría y seguramente impondrá su número para reelegir a Carlos Rovira nuevamente como presidente por el próximo período.En 2011 la renovación introdujo 18 legisladores, que se sumarán a los nueve que entran este año, con lo cual el oficialismo alcanza el número de 27 diputados, sin contar con aliados.Los 18 que tienen mandato hasta 2015 son: Juan Carlos Agulla, Lidia Batista, José Dieminger, Marta Ferreira, Valentín Fonseca, Lucía Gryceniuk, Nelson Hartwig, “Tiki” Marchesini, Sonia Mello, Fernando Meza, Horacio Mielniczuk, Carla Pretto, Raúl Revinski, Marcelo Rodríguez, Hugo Rojas, María Salas de Combes, Waldemar Wolemberg y Carlos Rovira.A ellos se sumarán los electos este año, que son: Roberto Chas Robinearu; Carlos Báez; Mabel Pezoa, Ignacio Nemeth; Mario Lindemann, Claudia Gauto; Aníbal Vogel, Joaquin Olivera y Noelia Leyría.Por otra parte, la oposición en 2011 introdujo sólo dos diputados, que son Víctor Kreimer (Trabajo y Progreso), y Walter Molina (UCR); que se sumarán a los once que asumen el martes próximo: Gustavo González, María Losada, Hugo Escalada, Mario Pegoraro y Germán Bordón (UCR); Héctor Barbaro y Myriam Duarte (Pays), Claudio Wipplinger (Trabajo y Progreso); Alfredo Schiavoni (Unión Pro), Darío Pietrowski (FpV) y Ramón Velázquez (SET).Con la designación de Rovira como presidente, por séptimo año, del parlamento misionero, la definición que resta es conocer quién asumirá la vicepresidencia. Se presume que el radicalismo, por ser la segunda fuerza en cantidad de integrantes podría tener uno de sus hombres en ese cargo.





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