GARUPÁ. Unos 55 trabajadores iniciaron esta semana un paro de actividades en la empresa Envases Misioneros, en reclamo del pago de haberes, aguinaldo y la aplicación de una suba salarial acordada en paritarias. Al ponerse en marcha la medida, la firma decidió cerrar las puertas de la fábrica, donde solo prestan servicio los administrativos.En Garupá hay mucha incertidumbre sobre el futuro laboral del medio centenar de personas, ya que desde el sindicato aseguraron que varias conciliaciones en el Ministerio de Trabajo no tuvieron efecto en la práctica y los trabajadores no parecen dispuestos a dar un paso atrás en la protesta.El delegado del gremio de la Industria Gráfica, Miguel Pereyra, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que “el lunes nos encontramos con la fábrica cerrada. La gente de la seguridad privada no nos dejó entrar. A los 15 minutos el patrón con una escribana nos manifestó que tenemos prohibida la entrada y que la planta permanecerá cerrada hasta que levantemos el paro programado. Porque el jueves por carta documento le hicimos saber del paro con anticipación hasta que se regularicen los haberes”.Con respecto a las deudas que reclaman, detalló: “Nos deben un mes, parte del aguinaldo de junio, un aumento del mes de abril según la escala salarial que cierra el gremio a través de su federación y los dos aumentos de setiembre y octubre”.Pereyra recordó que “en la mejor época, llegamos a trabajar las 24 horas en tres turnos”, pero aseguró que se complicó la administración de la fábrica cuando se dividieron las acciones por problemas familiares.“Hay un mal manejo, falta de materia prima. Hace dos años que venimos arrastrando esta situación, firmando convenios entre patronal y obreros y nunca nos cumplió. Nos cansamos de las promesas. Le hicimos tres paros en reclamo de haberes y este es el cuarto. Vamos a seguir porque tenemos apoyo de vecinos, gremios, la CGT, la CTA además de nuestra representación gremial”, opinó el delegado.Preocupación Por su parte, el intendente de Garupá, Luis Ripoll, aseguró estar preocupado “por una situación que desemboca en una crisis laboral de una empresa que lleva muchos años en el municipio”. Agregó que “en un momento tuvimos charlas con los empresarios porque los empleados -que son de Garupá- nos advirtieron de la situación. Pero ellos nos aseguraron que estaban en planes de expansión. Sin embargo, los empleados nos decían que había pedidos de producción, pero los pagos de haberes no aparecían”.Aseguró que desde el municipio asistirán a las familias porque “llega el fin de año y este golpe desacomoda a las familias. La empresa incluso tenía algunos problemas de pago de tributos al municipio, pero tuvimos contemplación, porque daba trabajo a mucha gente de la localidad. Hay gente que tiene muchos años en la empresa y nadie se quiere quedar sin fuente laboral. Es muy reconocida la labor de los obreros”.





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