POSADAS. El miércoles llegó y, desde el atardecer, el hall de Casino Club se fue poblando de fans, muchas solas o en grupo de amigas, otras, con más suerte tal vez, acompañadas por un marido caballeroso que resignó varios minutos del encuentro que disputaban River-Lanús para contener la energía que brotaba en su interior y que, finalmente, estalló a las 22, cuando, con un elegantísimo traje negro y la radiante sonrisa que lo caracteriza, José Vélez subió al Escenario de Emociones cantando “estoy saliendo del bar cansado ya de esperarte, recorro media ciudad hasta conseguir llamarte…”Lejos de menguar, la algarabía fue en aumento con el suceder de los temas, que el público cantó de principio a fin, tal el caso de clásicos como “Romántica”.“Estaba escrito que nuestro destinos llevaban distintos caminos”, de “Hoy canto por no llorar”, y “este oficio de cantante me brindó mil alegrías y con fuerza y emoción entregué en cada canción lo mejor que hubo en mi vida” fueron el puntapié para que el romántico de España confesara la satisfacción con la que afronta sus 62 años.Con una sencillez única y haciendo saber a los presentes que siente el mismo regocijo al presentarse en un escenario monumental, como puede ser el Teatro Colón, o pequeño, como el que lo cobijó en la tierra colorada en la noche del miércoles, solicitó que algún técnico presente se acerque a los músicos para ayudarlos con los inconvenientes que se estaban presentando con el sonido, que se repitieron a lo largo del espectáculo pero que quedaron en segundo plano, tapados por la calidez del público, especialmente de las mujeres.Y así, los clásicos siguieron con “Amor con amor se paga”, “Con una copas de más” y “No por favor”, con los que el “canario con el corazón latinoamericano” exhibió una voz tan potente, clara y nítida como la que lo llevó a la fama, allá por la década del 70, tras haberse hecho camino presentándose en los concursos de talento de la época en su Telde natal.Tras una hora y media el final de una noche maravillosa se hacía sentir y con “Procuro olvidarte” José Vélez comenzó a despedirse; pero no podían faltar sus más grandes éxitos, “Vino griego” y “A cara o cruz”.Pero el adiós no fue tan sencillo y las misioneras se negaron a dejarlo y debió volver con uno de los temas más esperados, “El bala perdida”. Y entonces, con un manto de estrellas que cubrió el cielo, las puertas se abrieron para que todas salgan tarareando “un año más…” para, seguramente, “re-enamorarse”.





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