COMANDANTE ANDRESITO. Este municipio ha sido fuertemente beneficiado con el incremento en el precio de la hoja verde de yerba mate, pues esta es una de sus principales producciones, pero este beneficio no ha sido lo suficientemente distribuido, no se ha “derramado” hacia el sector trabajador y es así como a pesar de esa mejoría económica y la sanción de leyes y reglamentaciones que apuntaron a cambiar las condiciones de trabajo de los tareferos estos prosiguen laborando en la precariedad, con un alto porcentaje de trabajadores en negro. Tanto los trabajadores como el mismo sindicato que los nuclea, señalan una deficiente fiscalización por parte del Ministerio de Trabajo de la provincia que estaría dejándolos librados totalmente a las decisiones patronales sin control y sin defensa.Ricardo Arnt tiene 49 años, hace treinta que trabaja en la tarefa. Contó a PRIMERA EDICIÓN, que durante el último año trabajó como empleado de un reconocido dirigente de cuadrilleros local. Y denunció que fue despedido por reclamar el obligatorio suministro de agua potable en su campamento.“Estábamos trabajando en la zona de península con la cuadrilla y nos faltaba el agua, sólo había un bañado y de ahí no daba para tomar. Le pedí al del camión que venía a buscar la yerba que al otro día nos trajera agua, pero volvió al otro día y nada. Fueron dos días en los cuales el camión hizo varios viajes y no trajo agua, nosotros sin tomar mate, sin asearnos, sin poder cocinar, sin cenar, sin desayunar, entonces reclamé”, relató.“El capataz lo llamó a nuestro contratista quien en diez minutos llegó hasta el campamento en el monte y preguntó quién había reclamado, yo me hice cargo y me contestó ‘si no te gusta agarrá tus cosas y andate’. Nosotros no estábamos en las condiciones laborales que marca la ley, imagínense que ni agua teníamos, lo que pasa es que nadie quería reclamar, hay mucho miedo”, dijo Arnt.Ricardo contó que posteriormente “agarré mis cosas y me fui, soy un trabajador no un esclavo, llevaba más de un año trabajando en blanco pero me echó sólo por pedir agua. Yo me fui al Ministerio de Trabajo e hice las denuncias correspondientes, porque además me retuvo la libreta de empleo y tampoco me pagó las quincenas adeudadas”.Incluso, el tarefero denunció amenazas y agresiones de su ex patrón. En Trabajo tampoco se hizo nada.Finalmente, Arnt dijo que no puede acceder al subsidio inter zafra, y vive changueando: “Soy afiliado a UATRE y le expliqué mi situación al secretario del gremio en Andresito, me dijo que no pueden retenerme la libreta pero le pedí que haga algo y no hizo nada; están arreglados y en lugar de defendernos a nosotros tratan de quedar bien con ellos”, aseguró.





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