Ciudad del Vaticano, Santa Sede (AFP-NA). El papa Francisco decidió suspender temporalmente al “obispo despilfarrador”, el alemán Franz-Peter Tebartz-van Elst, de la ciudad de Limburgo (sureste de Alemania), tras el escándalo por su afición al lujo.“La Santa Sede considera oportuno” autorizar que Tebartz-van Elst deje “durante un tiempo” la diócesis, a la espera del resultado de la investigación interna, informó el Vaticano en un comunicado.La decisión del papa Francisco fue tomada después de varias reuniones con importantes representantes de la Iglesia alemana y de haber recibido el lunes en el Vaticano al obispo involucrado, blanco de críticas por sus gustos costosos y cuya renuncia reclaman numerosos alemanes.Los católicos alemanes manifestaron inmediatamente este miércoles su “satisfacción” por la decisión del Papa y estimaron que con ello se ofrece “una nueva oportunidad” a esa diócesis. “La situación para los creyentes y para el conjunto de la Iglesia alemana en las últimas semanas era pesada”, reconoce en una nota Alois Gluck, presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes.Por su parte, el portavoz del Gobierno alemán, Georg Streiter, rechazó comentar la decisión al considerarla “un asunto interno de la Iglesia”. El portavoz recordó que el obispo es remunerado por el Estado como los demás miembros de la jerarquía de la Iglesia de ese país.El Papa quiso informarse personalmente de la situación y por ello recibió al cardenal alemán Joachim Meisner, de la pudiente diócesis de Colonia y cercano al controvertido obispo, y a otros exponentes de la Iglesia alemana, entre ellos a Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, con los que abordó el delicado escándalo.En septiembre pasado, el Vaticano envió a Limburgo al cardenal italiano Giovanni Lajolo, quien debe elaborar un informe. El Papa será informado “de forma permanente y objetiva” sobre la investigación, precisa el comunicado en el que el jefe de la Iglesia dispone que el vicario general quede a cargo de la diócesis “a partir de hoy”, en vez de enero próximo.Tebartz-van Elst, de 53 años, fue acusado de haber emprendido la construcción de una onerosa sede episcopal, con museo, sala de conferencias, capilla y apartamentos privados. El proyecto, decidido por su predecesor, costaba unos 5,5 millones euros, pero los gastos de la obra han aumentado alcanzando los 31 millones de euros.Según los medios de prensa alemanes, el religioso gastó para su tina personal 15.000 euros, sin hablar de un comedor de 63 metros cuadrados, de casi tres millones de euros.El caso del “servidor más caro de Dios”, como lo han tildado algunos comentaristas de prensa, genera mucho interés en Alemania, país donde las iglesias se benefician de un impuesto, por lo que gozan de fondos considerables.El obispo está siendo investigado penalmente por el tribunal de Hamburgo por haber mentido sobre su viaje en clase ejecutiva a India para visitar a los pobres de ese país.La Iglesia Católica alemana, entre las más ricas del mundo, suele financiar numerosas asociaciones, escuelas, misiones y proyectos de desarrollo. Los divorciados no podrán comulgarEl responsable del Vaticano para la custodia de la doctrina católica, Gerhard Ludwig Mueller, aclaró ayer que la Iglesia no puede aprobar la comunión indiscriminada para los divorciados y vueltos a casar.En un largo artículo publicado por el diario oficial de la Santa Sede, L’Osservatore Romano, Mueller reconoció que actualmente muchos matrimonios católicos son nulos desde el principio, en especial por la falta de fe de los contrayentes.“La mentalidad actual contradice la comprensión cristiana del matrimonio, especialmente en lo relativo a la indisolubilidad y la apertura a la vida”, escribió. “Puesto que muchos cristianos están influidos por este contexto cultural, en nuestros días los matrimonios están más expuestos a la invalidez que en el pasado”, agregó.El arzobispo constató una creciente falta la voluntad de casarse según el sentido de la doctrina matrimonial católica, lo cual, sostuvo, ha reducido la pertenencia a un contexto vital de fe. “Por esto, la comprobación de la validez del matrimonio es importante y puede conducir a una solución de estos problemas”, precisó.Con esas palabras Mueller pareció marcar el camino de un debate que interesa al Papa Francisco, quien ha insistido en la urgencia de atender espiritualmente a las personas en situación matrimonial “irregular”, según la Iglesia Católica.En las últimas semanas algunas declaraciones de Jorge Mario Bergoglio habían despertado expectativa ante la posibilidad de una apertura para que los divorciados y vueltos a casar puedan acceder a la comunión, algo que actualmente la Iglesia no acepta. El artículo de Mueller pareció circunscribir claramente el ámbito de los cambios que impulsará el Papa a la parte de la nulidad matrimonial y no tanto a la apertura de la comunión.





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