DUBAI (AFP-NA). La selección argentina consiguió ayer una electrizante y agónica victoria ante Austria por 3 a 2, que lo dejó a un paso de la clasificación a octavos de final en el Grupo E del Mundial Sub-17.La albiceleste, dirigida por Humberto Grondona, sumó tres puntos de oro en un grupo muy cerrado con goles de Joaquín Ibañez (42), Germán Ferreyra (751) y Leonardo Suárez (88), después de recibir el tanto de Nikola Zivotic (31) que llenó de nervios a los sudamericanos y el de Tobías Pellegrini (79) que parecía encaminar todo a otra igualdad.Tras dos fechas, los campeones sudamericanos lideran con cuatro puntos, seguidos por canadienses e iraníes con dos, mientras los austríacos cierran con uno, antes de la jornada decisiva el próximo viernes con los cruces Argentina-Canadá y Austria-Irán en horario simultáneo.Argentina, que aspira a ganar el único título internacional que falta en las vitrinas, se había estrenado con un empate 1-1 contra Irán que abrió dudas sobre el potencial de juego de equipo.Otra vez de atrásArgentina arrancó abajo en el marcador después de un comienzo que lo mostró haciéndose cargo del partido. Pero Austria no se entregó y empezó a generar peligro con Sascha Horarban y Valentino Lázaro, primero con una jugada personal de armador y, finalmente, con el tanto de Nikola Zivotic, quien cazó una tapada mano a mano de Augusto Batalla sobre Daniel Ripic (31).Cuando Argentina parecía grogui, Joaquín Ibañez de cabeza tras un centro perfecto de Driussi (42) por derecha decretó la igualdad. El principal error de Argentina fue retroceder muy mal y dejar muchos espacios para los veloces austríacos. En la segunda parte, Germán Ferreyra adelantó a los sudamericanos con un toque en el primer palo que se le coló al portero Alexandrer Schlager entre sus manos y piernas, en un error garrafal (51).Tras fallar Ripic de manera increíble el empate, en la siguiente entró, cuando el delantero desbordó por derecha en velocidad y Pellegrini la mandó a guardar desde el corazón del área chica (79).Los últimos diez minutos fueron de ida y vuelta constante, sin medio, con los dos equipos enloquecidos por la victoria y se la llevó el que tuvo al más frío en la definición.Ese fue el ingresado Leo Suárez, quien saltó al partido para tener la pelota y al final terminó siendo el héroe de la noche con un gol espectacular, con enganche, regate y toque sutil entre gigantescos centrales austríacos que nada pudieron hacer frente al hábil zurdito de Boca Juniors.





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