POSADAS. El Colegio de Médicos de Misiones advirtió ayer sobre el significativo aumento de agresiones contra los médicos que se registra en los últimos cuatro años en la provincia y pidió a los Ministerios de Salud Pública y de Gobierno que atiendan esta problemática que ocurre tanto en el sector público como privado de la salud. El presidente del Colegio Médico, Luis Daniel Flores, brindó una conferencia de prensa acompañado por el médico cirujano de Eldorado, Pablo Molas, quien fue agredido por un familiar de un paciente internado en el Instituto Materno Infantil (IMI) de Eldorado. “Hace un año creamos un registro de denuncias por agresiones contra nuestros colegiados para poder comprender la magnitud del problema y gestionar soluciones. Desde entonces, hemos recibido una decena de denuncias de médicos, algunos en sus lugares de trabajo, zonas aledañas o, incluso, en sus propias casas. La mayoría de los casos están protagonizados por familiares de pacientes y en los Centros de Atención Primaria de la Salud. Pero sabemos que todavía son pocos los médicos que denuncian y que las agresiones verbales son diarias”, admitió Flores e indicó que el Gobierno debería considerar ofrecer el servicio de seguridad policial en los centros de salud, porque “la seguridad privada es muy cara y muchos de los sanatorios están agobiados financieramente. El IMI, donde ocurrió la agresión contra Molas, no tiene seguridad privada”, señaló. Molas, el último de los galenos en denunciar una agresión ante el Colegio Médico y en la Policía, contó ayer que “el 2 de octubre hice consultorio y tenía programada dos cirugías. Después de terminar la primera salgo del quirófano y me cruzo con un señor que me preguntó por un paciente que no conozco. Le expliqué que yo no era su médico, entonces empezó a gritar que yo tenía que saber y que era su empleado porque la obra social me estaba pagando. Traté de razonar con el hombre pero no dejaba de insultarme, decidí irme, hablé con el director de personal y subí hasta el segundo piso para ver a mis pacientes. Ahí me encuentro con el hombre que seguía insultándome y amenazándome de que iba a hacerme echar. Me golpeó delante de las enfermeras y de sus propios familiares. No me provocó daños físicos pero lo que sucedió me afectó bastante. Hice la denuncia en la Policía pero no lo detuvieron ni nada, incluso después hizo una denuncia contra mí diciendo que él reaccionó de esa manera porque yo había golpeado a su hija, lo cual es una locura total porque yo ni siquiera había visto antes a este hombre y mucho menos a su hija”.





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