SAN VICENTE. La falta de cloacas en la Capital Nacional de la Madera obliga a que las casas usen los pozos negros para los baños. Esto es un problema porque cuando se llenan, hay que llamar al camión atmosférico para desagotarlo. Una vez que el vehículo se retira del domicilio, la responsabilidad de la carga recae en la empresa que realizó el trabajo.En esta ciudad hay dos firmas que prestan este servicio, y se realizan más de cinco desagotes diarios. También lo realizan en las ciudades más cercanas como Dos de Mayo, San Pedro y El Soberbio. Todo el producto que sale de los pozos son vertidos en yerbales y teales de la zona, con la autorización de los propietarios.Según el presidente del Concejo Deliberante, Raúl Andrés Peñalva Jost, hay pedidos de los propietarios de los camiones atmosféricos para que lo habiliten, pero no se puede habilitar sin que tengan un lugar apropiado para desagotar y realizar el tratamiento cloacal que necesitan para luego arrojarlos al medio ambiente.Peñalva explicó a este diario que “nos pidieron que aprobemos una ordenanza para habilitarlos para pagar sus impuestos como corresponde. Nosotros estamos estudiando el caso y es muy complejo. No es sólo habilitar el servicio de extracción de la materia fecal del pozo negro. Tenemos que ver qué hacer con el producto y dónde llevarlo. No podemos regular sin tener en cuenta que el contenido debe ser tratado como se tratan los desechos de las cloacas”.Adónde va a parar El presidente del Concejo Deliberante reconoció que no es un tema fácil de tratar y que es muy necesario en esta ciudad. “Como no tenemos cloacas todavía, todas las casas tienen pozo negro. Cuando se llena, necesitan desagotarlo y la única manera es con el servicio de los atmosféricos. “Qué hacen con lo que sacan, no sabemos. Somos conscientes de que tenemos que regular la actividad, pero no hay muchas referencias en la provincia de qué hacen con los desechos. Para regularlo, las empresas deberán tener una pileta de tratamiento de residuos cloacales y no lo tienen. Si aprobamos una ordenanza sin estudiar bien el tema y exigimos como debe ser, no van a cumplir y vamos a tener un problema social y sanitario en la ciudad”, explicó el concejal.Según datos a los que pudo acceder PRIMERA EDICIÓN, el producto de los desagotes de los pozos negros que se hacen en la Capital de la Madera y las ciudades más cercanas van a parar a las plantaciones de yerba y té. Primero, cuando comenzó la actividad, se arrojaban en los arroyos, luego en los caminos rurales y, debido a la queja de los vecinos, buscaron otra alternativa. Con la autorización de propietarios de plantaciones de té y yerba, arrojan los desechos allí. Según afirman, el producto -los desechos cloacales- podrían servir de abono para la tierra, aunque este tipo de “abono” (no está comprobado que lo sea) debería tener un tratamiento previo al ser arrojado a las plantaciones, porque, como se sabe, la materia fecal puede ser altamente contaminante. En este sentido, Raúl Peñalba Jost explicó que para solucionar el problema, los que prestan este servicio deberían tener piletones y luego hacer un tratamiento similar al que se hacen con los desechos cloacales antes de ser liberados al río o curso de agua. En el fondo, el problema se resolverá una vez que se consigan las cloacas para San Vicente. “Es una obra en la que se viene trabajando desde hace tiempo y se presentaron proyectos en varios entes nacionales para que se financien. Estamos esperando que se aprueben lo antes posible”, aseguró el edil.En San Vicente no hay edificios grandes porque no hay cómo desagotar los baños. Hay edificios que tienen pozos en terrenos que sólo lo utilizan para ese fin y también deben hacer desagotes periódicos.




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