ROMA, Italia (AFP-NA). El ex primer ministro y líder de la derecha italiana Silvio Berlusconi cambió de parecer frente a la rebelión de sus parlamentarios y garantizó ayer en el Senado la continuidad del gobierno de coalición de derecha-izquierda liderado por el socialdemócrata Enrico Letta.La decisión de Berlusconi sorprendió sobre todo a los senadores del centro-izquierda quienes asistieron atónitos a su declaración a favor de Letta, mientras sus copartidarios aplaudían y el primer ministro sonreía.El gobierno de Letta logró durante la votación una amplia mayoría en el Senado al término de una jornada inesperada durante la cual Berlusconi dio marcha atrás pese a haber amenazado durante cuatro días con hacer caer al gobierno, provocando una grave crisis que afectó las bolsas y hasta la prima de riesgo.“Hemos decidido, después de un intrincado debate interno, votar (en favor de) la confianza”, anunció ante el Senado Berlusconi, quien había provocado la crisis obligando el sábado a los cinco ministros de su partido a dimitir. “La República de Italia necesita un gobierno que realice las reformas”, reconoció el líder indiscutible de la derecha italiana, al evitar lo que hubiera podido ser una derrota personal histórica y definitiva.En opinión de todos los expertos, Il Cavaliere, de 77 años, había provocado la crisis política en una especie de huida hacia adelante, para evitar ser expulsado del Senado, como prevé la ley, tras su condena definitiva a principios de agosto a cuatro años de cárcel por fraude fiscal (con tres años amnistiados).Sin la inmunidad parlamentaria, Berlusconi corre el riesgo de ser detenido por varios procesos en los que ha sido acusado de abuso de poder, prostitución de menor y corrupción de un senador.Según sus allegados Berlusconi cambió en varias ocasiones de opinión tras haber consultado varios dirigentes de su partido, fuertemente divididos, al borde de la fractura.Una veintena de senadores, entre ellos varias personalidades fieles al magnate, rechazaron públicamente su estrategia, dictada por los sectores más extremistas del partido, los llamados “halcones”.“La rendición de Berlusconi”, dijo el diario La Stampa, que analiza el “drama humano y la derrota personal” del multimillonario político, líder indiscutible de la derecha desde hace veinte años.Todo parece indicar que el conteo de votos obligó a Il Cavaliere a garantizar la continuidad del gobierno a Letta, que superaba los 161 votos necesarios. “Sólo un cuarto del partido estaba a favor de la moción de censura”, explicó Maurizio Sacconi, entre los rebeldes.El gesto de Berlusconi refuerza el liderazgo de Angelino Alfano, vice-primer ministro, un abogado siciliano de 42 años, quien se atrevió a contradecir a su jefe tras años de obediente lealtad como delfín del magnate. “Estoy convencido firmemente de que todo el partido debe votar el miércoles la confianza al gobierno presidido por Letta”, había declarado en la víspera Alfano, número dos del PDL. Se trataba de la primera vez que se rebelaba contra el líder máximo, después de la humillación sufrida al haber sido informado el sábado por teléfono de que tenía que renunciar. El fin de un sistema digno del CésarLa capitulación del dueño y señor de la derecha italiana, Silvio Berlusconi, obligado a renovar la alianza con el primer ministro Enrico Letta ante una probable derrota humillante en el Senado, marca el final de un sistema digno del César, el omnipotente emperador romano.Según varios comentaristas, “la rendición” del magnate de las comunicaciones después de haber amenazado por días con hacer caer al gobierno a causa de sus problemas judiciales, constituye “el derrumbe de un sistema”, según el diario La Repubblica.“Creo que asistimos al último capítulo de la vida política de Berlusconi”, explicó a la AFP el profesor y politólogo Giacomo Marramao. “Se aferra al terreno, pero el terreno ya fue conquistado por aquellos que tuvieron la valentía de rebelarse, una rebelión histórica”, comentó al referirse a su delfín, Angelino Alfano, vice-primer ministro y ministro de Justicia.La “traición” de Alfano, un abogado siciliano de 42 años, quien se negó a votar en contra de Letta, desobedeciendo por primera vez las órdenes de su mentor Berlusconi es considerada emblemática.“Actuó como Espartaco, el esclavo que dirigió la revuelta de los esclavos”, escribió Il Fatto Quotidiano frente al gesto de uno de los colaboradores más leales de Berlusconi, autor de varias leyes para protegerlo.Pero no todos elogian la inesperada independencia de criterio de Alfano. “Es más bien Bruto”, sostienen sus detractores, al referirse al instigador y uno de los ejecutores de uno de los asesinatos políticos más célebres de la historia: el de Julio César.Desde que se lanzó en el ruedo de la política en 1994, el magnate de las comunicaciones ha gobernado unos diez años, involucrando para ello a los ejecutivos de su imperio mediático, Fininvest, transformados en eficientes cuadros políticos.





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