ELDORADO. Alicia Chávez sufre desde su nacimiento una parálisis cerebral que afecta el lado derecho de su cuerpo, lo que le impide caminar, entre otras actividades motrices. Sin embargo, esto no fue un obstáculo para que la joven haya decidido compartir su experiencia, como capacitadora, con los chicos del Centro de Día de esta ciudad, lugar al que concurren alrededor de sesenta personas con distintas discapacidades motrices y donde ella misma concurrió durante mucho tiempo.Alicia tiene 28 años y hace diez fallecieron sus padres. Ella siempre fue independiente y a pesar de tener ocho hermanos, decidió tomar vuelo propio, se fue a vivir sola y terminar sus estudios, algo que su papás anhelaban. En la actualidad está cursando libre el tercer año en el CEP 16 y en sus planes está, una vez terminado el secundario, seguir estudiando Trabajo Social. PRIMERA EDICIÓN compartió con la joven una enriquecedora entrevista, donde Alicia contó sobre su trabajo como capacitadora en el Centro de Día, aunque considera que “humildemente ese título me queda un poco grande”. “Mi intención es que los chicos aprendan un poquito y que no se queden con su discapacidad, sino con sus capacidades. Intento que ellos puedan comunicarse a través de la escritura”, contó la mujer, quien tiene a su cargo un grupo de quince chicos: “Cuesta un poco pero en general responden bien, les gusta y me piden que les enseñe”, resaltó. IndependenciaLa casa de Alicia está acondicionada a su medida. Es cómoda, muy prolija y vive sola desde que fallecieron sus padres. En un primer momento sus hermanos tenían temor, pero respetaron su decisión y la acompañaron en todo momento. “Cuento con el apoyo de ellos, en ningún momento me cuestionaron nada, siempre me alentaron”. La joven asegura que le gusta mucho leer, estudiar, pero, sobre todas las cosas, colaborar con los demás. Sus vecinos ya la conocen y siempre que alguno necesita ayuda, sabe que cuentan con Alicia.Desde muy chiquita se acostumbró a manejar su cuerpo contando con el permanente apoyo de sus padres y hermanos. “Siempre me manejo con medio cuerpo y una cabeza funcionando”, dice riéndose, quizás una forma particular de afrontar la situación. Por supuesto que no dejó de lado el apoyo familiar, porque considera que para pasar estas situaciones complicadas, mucho tiene que ver el apoyo de los seres queridos. “La familia tiene mucho que ver para que uno no tenga miedo a enfrentarse a la sociedad, siempre trato de ver el vaso medio lleno y no el vaso medio vacío”, dijo esta mujer que encuentra placer en colaborar con otras personas. “Me da mucha satisfacción ayudar a los demás. Veo como vivo y estoy feliz porque a mi alrededor hay muchas personas que están peor que yo. Mi mayor satisfacción es ayudar a los demás, estar con mis amigos también me pone muy feliz, hay mucha gente que me rodea”, señaló sonriendo. La idea de Alicia de trabajar en el Centro surgió de manera espontánea, lo tomó como un desafío personal, y se decidió al ver que “hay chicos que en mis mismas condiciones que no se atreven a tomar iniciativa y se escudan en su discapacidad”. Justamente a estas personas está dirigida su incentivo y las alienta, porque “se puede lograr todos los días un poquito más. Me gusta colaborar con los chicos y quiero que ellos también puedan aprender y que no se queden con que no pueden hacer algo, sino que si pueden hacer, pero deben intentarlo. Cuesta un poquito pero creo que ellos pueden lograrlo”. “Aprendí mucho de ellos, me incentivaron y al entrar ahí me di cuenta de que sí podía hacer muchas cosas. No me quedé con el hecho de que no podía caminar, sino que me di cuenta que a pesar de esa situación podía lograr muchas otras cosas. Hay días en que uno llega ‘bajoneada’ y ellos a su manera nos levantan el ánimo, nos sonríen y nos demuestran que podemos seguir adelante”, sostuvo.Alicia cree que la sociedad necesita informarse más sobre las personas con capacidades diferentes, “Eldorado, es un pueblo chico y yo no creo que la gente nos margine, si estoy convencida que falta mucha información. A los chicos hay que mostrarlos y la gente debe saber cómo verlos y cómo tratarlos”, finalizó la joven. El mensaje de AliciaEn un momento de la conversación con este medio, la joven planteó que algunos padres tienen cierto temor de mostrar a sus hijos con alguna discapacidad. “Yo creo que hay que mostrarlos, porque los padres tienen miedo a la discriminación pero no es tan así. Lo que me sacó adelante fue el hecho que mi mamá siempre me sacara con ella a pasear, o hacer compras. Ellos (por los chicos con discapacidad) son felices cuando se los saca y se los muestra. A mí la gente ya me conoce y están acostumbrados a verme, pero hay otros que no”, manifestó Alicia. Para finalizar, Alicia quiere dejar su mensaje y señala que “aquel que perdió el sentido de la vida o está triste, es porque perdió el deseo de hacer cosas, el deseo de salir adelante y perdió la fe. Siempre debemos ver lo que tengo y no lo que no tengo. Si Dios les dio la posibilidad de tener piernas y poder andar que aprovechen eso”. “Siempre se puede estar mejor, hay que detenerse a ver lo que uno tiene. Es muy difícil, pero creo que si uno lucha se consigue todo en la vida”, cerró.





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