ROMA, Italia (AFP-NA). Los ministros del Pueblo de la Libertad (PDL, centroderecha), el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi, renunciaron ayer a sus cargos, desatando una nueva crisis gubernamental.Los renunciantes consideraron inaceptable el ultimátum del jefe de Gobierno, Enrico Letta quien, harto por las amenazas de los diputados del partido de Berlusconi de dimitir si el Senado despoja a su líder de su escaño por su condena por fraude, anunció que pedirá la confianza del Parlamento. Ayer Letta calificó la dimisión de los ministros afines al “Cavalieri” de “gesto loco e irresponsable”, “totalmente destinado a proteger los intereses personales” de Berlusconi, según un comunicado.El viernes, el presidente del Consejo exigió “obtener una aclaración política […] en el Parlamento entre las fuerzas de la mayoría” de centro-izquierda y centro-derecha, según un comunicado. “No estoy dispuesto a seguir adelante sin esta aclaración […] O ponemos adelante al país y al interés de sus ciudadanos o detenemos a esta experiencia”, advirtió Letta, que desde hace cinco meses dirige un gobierno de coalición derecha-izquierda que recibió la confianza de los mercados.Poco antes, Berlusconi había invitado a los ministros del PDL a “evaluar la posibilidad de presentar inmediatamente su dimisión para no ser cómplices de una posterior vejación impuesta por la izquierda a los italianos”.El viernes, una comisión del senado votará si Berlusconi mantiene o pierde su escaño.Según el PDL, este voto es fruto del complot de una izquierda decidida a acabar con la carrera de Berlusconi, que fue condenado el 1 de agosto de forma definitiva a una pena de cárcel de cuatro años (reducida a uno) por fraude fiscal.El magnate de las comunicaciones, de 77 años, que gobernó en Italia durante 12 de los últimos 19 años, eligió cumplir su condena en su domicilio de Roma en vez de realizar trabajos de interés general.La amenaza de los diputados de Berlusconi de dimitir, que podría desembocar en una crisis de gobierno, generó duras reacciones del presidente de la República, Giorgio Napolitano, ya que también podría podría paralizar el país porque aún no han sido aprobados los presupuestos, claves para reactivar una economía en recesión desde hace dos años.Napolitano, el único que puede disolver el Parlamento y que aceptó permanecer en su cargo para garantizar el acuerdo político, pidió a los seguidores de Berlusconi que “respeten el veredicto” de la justicia.




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