BUENOS AIRES (NA). La Justicia de Morón ordenó ayer la detención del sacerdote Julio César Grassi por incumplimiento de “los términos de la libertad provisional” en la causa en que fue condenado a quince años de prisión por “abuso sexual agravado y corrupción de menores”. La medida, firmada por los jueces Horacio Daniel Piombo y Ricardo Maidana, de la Sala V de la Cámara de Casación Penal, fue dispuesta en un incidente, que se desprende de la causa original por abuso sexual, en la que Grassi fue denunciado por haber transgredido la normativa que le prohibía referirse a las víctimas.La apelación de la defensa del cura había sido presentada hacía seis meses, y el fallo adverso salió un día después de que la Corte Suprema Bonaerense confirmara la condena de quince años contra el sacerdote.Los camaristas dijeron que Grassi “no cumplió los términos de la libertad provisional otorgada como alternativa, al asistir a un programa televisivo y referirse abiertamente a los denunciantes de la causa por la que resultó condenado”.Ayer, tras el fallo de la Suprema Corte bonaerense, el abogado querellante, Juan Pablo Gallego, pidió la inmediata detención de Grassi.“Ahora sí esperamos que la Justicia rectifique los privilegios insólitos que le dieron a un pedófilo”, sostuvo el abogado, quien aseguró que el máximo tribunal bonaerense es el último recurso al que podía apelar el religioso. Gallego también indicó que “hay peligro de fuga” y agregó que el sacerdote “tiene características peligrosas en su personalidad”, por lo que a su entender “ahora deberá ser detenido y llevado a un pabellón para delincuentes sexuales, como debe ser”.Los supremos confirmaron la condena dispuesta por el Tribunal en lo Criminal 1 de Morón y luego ratificada por la Sala II del Tribunal de Casación Penal, en torno a la figura de Grassi.Por ese motivo la Sala I de Morón había ordenado la detención de Grassi, pero esa orden fue apelada ante la Cámara de Casación, que ahora ratificó lo dispuesto por el tribunal de primera instancia.“Una de las condiciones era no referirse públicamente a las víctimas, pero él lo hizo en determinadas oportunidades, incluso al conocido como Gabriel. Ante esta referencia concreta respecto a la víctima, la fiscalía pidió la detención. La Cámara de Morón la pidió, y la defensa de Grassi la apeló”, explicó el fiscal Alejandro Varela, en declaraciones radiales formuladas en la víspera.





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