ISLA DE GIGLIO, Italia (AFP-NA). El enderezamiento del enorme buque “Costa Concordia”, encallado desde hace veinte meses en las costas de Toscana (centro de Italia), empezó a ser visible ayer, después de iniciarse la compleja operación, inédita en la historia de la ingeniería moderna para una nave de tal tamaño y tan cercana a la costa.Hacia el mediodía, el gigantesco crucero “se había despegado de los arrecifes”, en los que había encallado el fatídico 13 de enero de 2012, con 4.200 pasajeros a bordo, anunció Sergio Girotto, responsable del proyecto de rescate por parte de la firma italiana Micoperi.“El momento más delicado ya pasó”, aseguró el experto.Dos horas después de iniciada la inédita operación para enderezar un crucero de 290 metros de eslora y 110 mil toneladas, comenzó a verse parte del casco de la nave que estaba sumergido tras haber encallado a pocos metros de distancia de la Isla del Giglio.Según las imágenes que transmite el canal de noticias Sky, que sigue en directo la operación, el buque se había movido de cerca de un metro, claramente identificable por estar cubierto de musgo, de color verde oscuro.“Se observan daños”, reconoció Girotto, quien confirmó en el curso de una conferencia de prensa que la operación va a durar cerca de doce horas.“Todos los cálculos efectuados por los ingenieros han sido confirmados por la realidad”, aseguró por su parte y con tono satisfecho Franco Gabrielli, responsable de la Protección Civil.“Los imprevistos pueden ocurrir en todas las fases”, advirtió sucesivamente.La operación, que correrá a cargo del armador, está evaluada en unos 600 millones de euros, una cifra que “aumenta” según Franco Porcellacchia, jefe de proyecto de Carnival, el grupo estadounidense que controla la compañía Costa.El navío, con altura de unos 17 pisos y que yace sobre su flanco derecho, fue estabilizado gracias a centenares de sacos de cemento colocados por buceadores en el fondo del mar, y por una plataforma, del tamaño de un campo de fútbol, construida en el subsuelo marino, y sobre la cual se posará el barco.El navío inició la rotación impulsado por enormes cadenas de acero enlazadas a torrecillas, instaladas para la ocasión. Luego, a partir de un cierto grado, será la fuerza de gravedad la que impulsará al barco hacia la posición vertical, según el proyecto.Doce ingenieros de varias nacionalidades, coordinados por el sudafricano Nick Sloane, dirigen desde una sofisticada plataforma flotante la arriesgada operación, que “hasta ahora” nunca había sido realizada.Cuando el crucero se encuentre ya en posición vertical se pasará a la fase siguiente, con la instalación de quince nuevos flotadores-estabilizadores, iguales a los ya instalados en la parte izquierda del casco y que gracias a un sistema neumático, el cual permitirá vaciar el agua de forma gradual de su interior, dará el empuje suficiente para reflotar la nave.Los habitantes de la isla, una joya del Mediterráneo por la conservación del medio ambiente y su fondo marino, sueñan con volver a tener una vida tranquila y normal después de haber vivido un verano intenso, con la llegada de un elevado número de turistas y curiosos atraídos por el “Titanic del siglo XXI”.





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