WASHINGTON, Estados Unidos (Agencias-Medios Digitales). Al menos trece personas fallecieron ayer durante un tiroteo en la sede central de la Armada de Estados Unidos. Las autoridades confirmaron que un pistolero había sido abatido y lo identificaron como Aaron Alexis: un afroamericano de 34 años de origen texano. La policía de Washington desveló que busca a un segundo sospechoso que podría estar relacionado con la masacre: un varón negro alto y con patillas grises con un uniforme militar.La jefa de policía de Washington, Cathy Lanier, confirmó la muerte de una persona a la que las autoridades atribuyen la responsabilidad del tiroteo y advirtió que sus agentes seguían buscando a otras dos personas que podrían estar implicadas en la masacre. El primero era un varón blanco de unos cincuenta años al que las autoridades identificaron unas horas después del inicio del tiroteo. El segundo es un afroamericano con un rifle y un uniforme de la Armada al que hasta ahora las autoridades siguen sin identificar. “Es negro, tiene unos cincuenta años y llevaba en la mano un rifle”, dijo Lanier. “No tenemos ninguna información que nos haga pensar que esas dos personas son miembros del Ejército. Pero sí sabemos que ambos llevan puesto un uniforme militar”.Disparos en la mañana Los testigos escucharon los primeros tres disparos en torno a las 8.20, en un edificio cuyos empleados controlan el mantenimiento de los submarinos y los barcos de la Armada de EEUU. La policía de la capital llegó al lugar de los hechos siete minutos después de la primera llamada de emergencia.Al menos 16 personas fueron trasladadas por impactos de bala a diversos hospitales de Washington. La portavoz del MedStar Washington Hospital, Janis Orlowski, confirmó que su centro había acogido a tres heridos en estado grave. Entre ellos un policía con varios impactos en las piernas, una mujer con una herida en el hombro y otra mujer con heridas en la cabeza y en las manos.“La alarma de incendios empezó a sonar y yo estaba al teléfono”, decía uno de los primeros testigos en salir del complejo de la Armada. “Alguien vino y me dijo que no era una alarma y que habían disparado a alguien en el edificio. Mientras salíamos por la puerta de atrás lo vimos al fondo del pasillo y oímos disparos. Al doblar la esquina, empezó a dispararnos al menos dos o tres ráfagas.El portavoz del Pentágono anunció que se reforzaría la seguridad en todas las instalaciones militares del área metropolitana de la capital. La policía neoyorquina reaccionó al incidente anunciando que potenciaría la seguridad en la ciudad por temor a un ataque terrorista al igual que hizo en los días que siguieron al atentado contra el maratón de Boston.Cronología letal • 20 enero 2010: un hombre mata a ocho personas durante un tiroteo en Virginia, y luego se rinde tras una cacería humana en la que participan 150 policías.• 3 agosto 2010: un hombre que tenía problemas con sus empleadores mata a ocho colegas en una empresa de distribución de cerveza de Connecticut (noreste), y luego se suicida.• 12 de octubre 2011: en el balneario de Seal Beach, California, un hombre, que tenía problemas con su ex esposa por la custodia de su hijo, abre fuego en la peluquería donde ella trabajaba dejando ocho muertos.• 2 de abril de 2012: un coreano de 43 años mata a siete personas en la Universidad religiosa de Oikos, California (oeste), y se entrega a la policía. El atacante asesinó metódicamente a sus víctimas tras alinearlas contra un muro.• 20 de julio de 2012: al menos catorce personas fueron asesinadas y unas cincuenta resultaron heridas en un tiroteo en una sala de cine, durante el estreno de una película de Batman, en Aurora, Colorado. “Fue un acto cobarde”En el inicio del discurso que tenía preparado para conmemorar los cinco años del inicio de la crisis financiera, el presidente Barack Obama calificó de “acto cobarde” el tiroteo en el que “varias personas” resultaron heridas en un edificio de la Armada en Washington.El mandatario pidió una “investigación sin fisuras” sobre el ataque.Desde la Casa Blanca, Obama dijo que las víctimas eran “estadounidenses valientes” y lamentó que los atacados tuvieran que enfrentar la muerte en su propio país. “Son patriotas y conocen los peligros de servir en el extranjero, pero hoy afrontaron la violencia inimaginable que no esperaban vivir aquí, en casa”, dijo.




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