OBERÁ. La Justicia misionera confirmó en las últimas horas el auto de procesamiento que pesa sobre el subcomisario Carlos Alberto Ojeda, ex jefe de Investigaciones de la Unidad Regional V de Puerto Iguazú, imputado como partícipe secundario por dos robos calificados perpetrados por un grupo de delincuentes en esa localidad.Según le relataron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, la confirmación del procesamiento fue resuelta en estos días por el Tribunal Penal 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, con asiento en Oberá, hasta donde había llegado la apelación propuesta por el abogado Ramón Grinhauz, defensor del uniformado.De esta manera, el alto órgano judicial ratificó lo actuado por el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción, en Puerto Iguazú, quien a principios de junio último había procesado a Ojeda bajo la imputación “partícipe secundario de robo calificado, dos hechos, agravado por su condición de funcionario público, en concurso real; e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.El tribunal obereño -conformado por los camaristas Francisco Aguirre, José Rivero y Lilia Avendaño- consideró más que suficientes las pruebas analizadas y reunidas hasta el momento para confirmar el procesamiento que pesa sobre Ojeda, pero también sobre Diego Barreto (24) y Lucas Rodríguez (24), estos últimos acusados de ser los autores de los hechos que se investigan.En síntesis, para el TP 1 esa batería de evidencia demuestra la probabilidad de lo ocurrido. Así las cosas, la investigación marcha con firmeza hacia un posible requerimiento de elevación a juicio contra los tres acusados.Oscuros nexosEn la investigación, Fernández Rissi consideró acreditado que el subcomisario brindó colaboración suficiente para facilitar la comisión de los robos en cuestión, principalmente en el atraco al supermercado “Parbras”, donde se confirma entonces que facilitó la huida y obstaculizó la investigación policial posterior con el fin de que fracase. Así, quedaría confirmado entonces que el efectivo policial se comunicaba mediante mensajes de texto con Barreto diciéndole que se quedara en su casa y que no saliera, primero, y luego, cuando se avecinaba un allanamiento, que abandonara el lugar.Además, sobre la “liberación de las zonas”, la instrucción entendió que Ojeda se valió de su condición de funcionario policial para despejar los escenarios. Al respecto, consta en el expediente la declaración de un efectivo de guardia que asegura que el subcomisario llamó por la madrugada para conocer las ubicaciones de los patrulleros. Ese día, el del robo, casualmente se desempeñaba como jefe de turno de la Unidad Regional V.De todas maneras, según se establece en los artículos 45 y 46 del Código Penal Argentino, la conducta de Ojeda se encuadra dentro de la figura de “partícipe secundaria”. Esto quiere decir que la colaboración del policía existió, pero los hechos investigados bien podrían haberse producido de todas maneras.Esta figura prevé la excarcelación, por lo que una vez resuelta su situación penal, Ojeda fue excarcelado y recuperó la libertad, al igual que Barreto y Rodríguez. Así aguarda por la continuidad de la instrucción, sujeto a la investigación y con una medida de restricción que lo obliga a presentarse cada quince días en una comisaría.La misma medida corrió para Alfredo Rodríguez Silva, acusado de conducir el automóvil en el que los delincuentes fugaron luego de al menos uno de esos robos.Ojeda, Barreto, Rodríguez y Rodríguez Silva fueron procesados por la Justicia imputados por los dos robos cometidos en Iguazú. El primero de ellos fue perpetrado en la madrugada del 17 de febrero pasado en el supermercado “Parbras”, emplazado en avenida Tres Fronteras y 9 de Julio de Puerto Iguazú, donde luego de escalar y violentar una ventana de chapa, presumiblemente Barreto y Rodríguez se llevaron 71 mil pesos.El segundo episodio ocurrió alrededor de las 5.15 del último 4 de abril en Perito Moreno 217 de esa misma ciudad. Los ladrones cortaron la energía y el sistema de alarmas de “Fininver” para llevarse una caja fuerte con 107 mil pesos a bordo del automóvil de Rodríguez Da Silva.Días después, según el testimonio de los policías que lo detuvieron, Barreto “chapeaba” de su contacto con quien entonces era jefe de Investigaciones de Iguazú: “ahora van a ver que, así como entro, salgo; le pego un tubazo a Ojeda y él se encargada de todo”.





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