POSADAS. Osvaldo Morínigo (27) vive en la comunidad Caá Cupé, en el Valle de Cuña Pirú. Con mucho esfuerzo logró terminar sus estudios primarios, luego la secundaria y ahora cursa 2º año del Profesorado en Educación Primaria, en el Instituto de Formación Docente (IFD) “Cainguás” de Aristóbulo del Valle. “Estudio para poder ayudar más a la comunidad en lo educativo, en la formación de los niños”, señaló en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, destacando su deseo de que cuando se reciba quiere trabajar en su propia comunidad. Morínigo, junto a otros compañeros de dicho IFD participaron en el Primer Encuentro de Estudiantes de Nivel Superior, realizado el viernes en el auditorio de la Escuela Superior de Música de Posadas.¿Por qué elegiste el profesorado en educación primaria? En la aldea tenemos un aula satélite de la Escuela Bilingüe 657. El mayor problema de aprendizaje se da con respecto a la lengua y a los niños del primer ciclo -de 1º a 3º grado- les cuesta más entender lo que enseñan los docentes, que son todos de afuera de la aldea, y casi no manejan guaraní, salvo algunas palabras.¿Y ahora asumiste como un desafío personal modificar esa realidad?Siempre recuerdo mi propia historia de cuando estaba en la escuela primaria. Fue muy difícil porque si uno no entiende la lengua en que le enseñan es muy complicado aprender. Me costó bastante, terminé 7º a los catorce años. Y yo quiero hacer un cambio en eso. Mi idea es trabajar en la escuela de mi comunidad.¿Qué sentís al tener que estudiar y conocer el mundo en la lengua española, la lengua de la Conquista?Es cierto que nuestra historia de conquista fue muy fea, pero no sentimos un rencor, sino que siento la necesidad de participar para cambiar esa historia, para que no se vuelva a repetir, que de a poco se vaya remendando esa herida que quedó, no sólo de parte nuestra sino también de la sociedad (blanca).A causa de esas dificultades de aprendizaje que se presentan desde la primaria, seguro son pocos los jóvenes de tu comunidad que cursan la secundaria, o un terciario…En la comunidad son catorce familias. Seis chicos están cursando la secundaria. Y hay cuatro que están cursando la misma carrera que yo -Profesorado en Educación Primaria-, tres están en 1º y una compañera en 2º, en mi mismo curso.Pero por otro lado, mis hermanos no terminaron ni la primaria, abandonaron y no quisieron seguir estudiando.¿Cómo te las arreglas para ir a clase?El año pasado iba en moto. Pero este año voy y vuelvo en colectivo. Ahora, en invierno, la Municipalidad puso una combi para que podamos volver, ya que salimos muy tarde y hace frío.¿Integras el centro de estudiantes de tu IFD?Sí. Con mis compañeros estamos organizando algunas actividades y trabajando (el CE comenzó a formarse en 2009) para que todos puedan participar y conocer sus derechos.¿Y cuáles son las deudas pendientes en la aldea?El conflicto con la Universidad (Nacional de La Plata, que cercó terrenos de la comunidad para hacer investigaciones) sigue igual, no quieren ceder la propiedad y no podemos lograr el título de nuestras tierras. Nosotros como comunidad tenemos la posibilidad de desarrollar proyectos para mejoras. Y es necesario porque tenemos muchas carencias. Ahora se siente el frío mucho más que antes. Son casas de madera de Plan Techo y presentamos proyectos para que puedan ser de material, pero todavía no hay respuestas. “Muchos estudiantes desconocen sus derechos como ciudadanos” Durante el Primer Encuentro de Educación Superior en que participaron más de un centenar de jóvenes de 18 IFD y de Institutos de Enseñanza Técnica (ITEC) de la provincia, se desarrollaron tres talleres sobre participación estudiantil desde tres perspectivas distintas: Estrategias comunicacionales, Organización estudiantil y Gobierno institucional.En ese marco, los estudiantes debatieron acerca de las formas de participación que encuentran en sus IFD y las principales problemáticas que atraviesan en lo que hace al trayecto académico -acceso a la información sobre las correlatividades, régimen de faltas, formas de evaluación, etcétera.“Muchos estudiantes no conocen sus derechos humanos y ciudadanos, y eso impide que puedan hacerlos valer”, señaló una estudiante de un IFD de Eldorado. Esa fue una de las conclusiones a las que arribaron desde los tres talleres, y que se pudo conocer en la puesta en común que se hizo como cierre de la jornada. La intención es que tras el encuentro, los participantes puedan reforzar la realización de actividades en torno a los Centros de Estudiantes, y crear estas instituciones, en los IFD o ITEC en que todavía no existen.En estos procesos, contarán con el acompañamiento de los coordinadores institucionales de Políticas Estudiantiles (Cipes), un equipo de profesionales conformado recientemente en el marco de la Dirección de Educación Superior del Consejo General de Educación de Misiones, que dirige la profesora Paola Toledo, y la Coordinación de Políticas Estudiantiles del Ministerio de Educación de la Nación, a cargo de la licenciada Mariana Sanguinetti. Derecho a participarHace solo dos meses (el 3 de julio pasado) el Senado de la Nación aprobó la Ley de Creación y Funcionamiento de los Centros de Estudiantes, Nº 26.877, que entró en vigencia el 6 de agosto pasado. En su artículo 6 establece que los Centros de Estudiantes (CE) tendrán como principio fomentar la “participación estudiantil en las prácticas democráticas, republicanas y federales, así como en el conocimiento y la defensa de los derechos humanos” y “el pleno ejercicio de los derechos estudiantiles”. Asimismo señala que los CE colaborarán en “el mejoramiento de la calidad de la educación y el logro de un clima institucional democrático”: “gestionar ante las autoridades las demandas y necesidades de sus representados” y proponer actividades que favorezcan “el ingreso, permanencia y egreso” de los mismos.





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