POSADAS. La irregular ocupación de los terrenos de la ex empresa Tungoil, ubicada en Santo Pipó, podría encaminarse a buen puerto para las cuarenta familias que habitan allí hace muchos años y que luchan por acceder a los títulos de propiedad, debido al avance de las gestiones que se llevan a cabo y que permitirían oficializar la mensura del predio para su posterior adjudicación a quienes viven allí.En los últimos días los vecinos recibieron la visita de funcionarios de distintas áreas, quienes dieron un pantallazo de la situación en que se encuentran las gestiones en la actualidad.Las casas inicialmente fueron construidas para albergar a las familias de los empleados de la fábrica dedicada a la producción de aceite vegetal que pasó por diferentes vaivenes económicos y terminó cerrando. Hoy en día el predio pertenece a la Cofra (Cooperativa Frigorífica de Leandro N. Alem) y desde el Estado luego del relevamiento de las personas que viven allí, está trabajando en la formalización de los documentos.La intendenta de Santo Pipó, Mabel Cáceres, el subsecretario de Tierras, Jaime Ledesma, el ministro del Agro y la Producción, Néstor Ortega y el presidente de la Cofra, Luis Mieth, fueron quienes recorrieron el predio y llevaron “una luz de esperanza” a los vecinos, que en total ocupan unas seis manzanas.Presentaciones“La ocupación de los terrenos de la ex Tungoil es un viejo problema en el que se ha podido avanzar decididamente en los últimos meses. Es un reclamo que consideramos tiene asidero por parte de la gente que allí vive hace muchos años, son cuarenta familias, muchas de las cuales formaban parte de la aceitera o tenían permiso para vivir allí”, explicó Jaime Ledes, subsecretario de Tierras.El funcionario señaló que el trabajo de campo está concluido y una vez que toda la documentación culmine con el recorrido legal, las seis manzanas arrojarán 42 lotes, totalizando 86.500 metros cuadrados, que pasarán a manos de los actuales ocupantes.“No tuvimos que hacer muchas modificaciones al plano de mensura en cuanto al relevamiento original para hacer la presentación ante Catastro, donde quedará constituido el plano definitivo. Luego de la aprobación, el paso siguiente será hacer la entrega de las mismas, que tendrán un costo que será acorde a lo que puedan pagar las familias que hoy están habitando esa zona, eso se fijará por decreto”, apuntó.Trabajadores ruralesAlba Avalos es una de las vecinas del barrio ex Tungoil y pasó por situaciones complicadas hace varios años atrás, cuando quisieron desalojarlos del predio por medio del hostigamiento permanente.“Me vine a vivir acá a este predio porque yo era cocinera de la escuela, me había separado recién y tenía muchos chicos. Necesitaba una casa, hablé con el encargado de la fábrica en ese momento, de apellido Carballo, quien me autorizó a instalarme acá. Fue allá por 1990”, comenta Avalos.En cuanto a las características del barrio, Avalos señaló que “la gran mayoría trabaja, tarefea en las zonas rurales, en los teales o bien en Piporé. Se puede decir que es gente humilde pero trabajadora”.Sobre los momentos más difíciles que debieron superar en el predio, Avalos manifestó que “fue cuando Roberto Dombroski, en 1996, vino a instalarse al ‘gigante dormido’ -la fábrica-. Era prepotente, quería llevarse todo por delante, nos quería correr, nos cortó la luz y el agua, nos puso muchas trabas. Pero eso sirvió para que nos revelemos, empezamos a pedir la tierra y de a poco nos fueron solucionando algunas cosas, aunque no el tema de las tierras. En ese entonces éramos 44 familias”.También Avalos indicó que “por el tema de la regularización de la tierra, la última vez que habíamos hablado con Jaime Ledesma fue en octubre de 2008. Parece que está encaminada la situación, al menos se ve que hay una luz de esperanza”.





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