SAN ANTONIO. Tras cinco días de toma de la Escuela 581, como medida extrema adoptada por los padres ante las condiciones edilicias y disconformidad con el manejo de la institución, el lunes se había logrado un acuerdo por escrito enviado por autoridades del Consejo General de Educación (CGE). No obstante restaba que el actual director y secretario de Gobierno municipal, Pedro Amarilla, se comprometiera a dejar sin efecto la denuncia penal realizada contra los progenitores por haber tomado la institución educativa.Es así que unos cincuenta padres marcharon el miércoles hacia el edificio comunal para reclamar el cumplimiento del acuerdo rubricado por el intendente y la firma de un acta de compromiso por parte de su secretario de Gobierno de que no avanzaría en el proceso penal contra los padres.“No queremos un secretario de Gobierno que denuncie penalmente a los padres por un reclamo que ha sido totalmente reconocido como legítimo y justo”, señalaron los padres que comenzaron a pedir a Amarilla la renuncia en ese cargo municipal. Dado que los ánimos se caldeaban, el intendente, Leopoldo Benítez, se reunió con Amarilla y luego informó a los padres que este había acordado firmar el acta. De esta manera y ahora sí, con todos los puntos del petitorio garantizados por escrito y validado por las firmas de las autoridades responsables y competentes, finalizó el conflicto, que comenzó siendo escolar pero no terminó siendo judicial.Los 120 niños que estudian en esta escuela volverán a clase, aunque sus padres permanecerán en alerta siguiendo paso a paso los avances y adecuaciones del edificio que el CGE se comprometió a realizar. Ocurre que los niños estudian en condiciones muy precarias y hay comodidades -como tener una biblioteca, un comedor cerrado y una sala de computación- de las que están siendo privados por la falta de gestión de los directivos.El petitorioLos puntos que los padres exigían para levantar la toma los reclaman hace años y solo tuvieron una respuesta seria tras haber decidido la toma y acampe en el predio escolar, medida que iniciaron el miércoles pasado. Ellos son: intervención inmediata de la escuela; separar del cargo a la directora María Alejandra Peruski; separar del cargo al director suplente Pedro Amarilla, maestro de grado y esposo de Peruski, nombrado como suplente hace dos años y desde mayo asumió como secretario de Gobierno de San Antonio, con lo cual está presente muy pocas horas en la escuela; separar del cargo a Claudia Serpp, docente acusada de maltrato a los niños; separar del cargo al portero Juan Da Rosa, acusado de quedarse con maderas destinadas a muebles escolares; refacción total de la escuela (terminación y puesta en funcionamiento del aula de informática, refaccionar los baños, terminar el tinglado; construir dos salas de nivel inicial y edificación del comedor).





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