BUENOS AIRES (Medios digitales). Un gendarme fue hallado muerto en su casa incendiada de la localidad de Lima (en el partido bonaerense de Zárate), y si bien en un principio se pensó en un accidente, la autopsia reveló que había sido asesinado a puñaladas y de un tiro. Por el crimen fue detenida su concuñada, una joven oriunda de la provincia de Misiones, indicaron fuentes de esa ciudad.La víctima fue identificada como el segundo comandante José Gerardo Barbosa (40), que prestaba servicio en la Escuela Superior de Gendarmería en Capital Federal, y el homicidio fue perpetrado el pasado miércoles en su vivienda de la calle 13, de Lima. Por el asesinato, fue detenida su concuñada, identificada como Mabel de Luján Díaz (27). Según la Policía, el móvil del crimen podría estar vinculado a una cuestión sentimental entre ambos. Todo comenzó a las 11.30 del miércoles último, cuando los bomberos de Zárate llegaron a la citada casa por un incendio. Allí había un niño de cuatro años que fue rescatado y no sufrió ningún tipo de herida por el incendio. Los bomberos apagaron el fuego y encontraron el cadáver calcinado de Barbosa, boca abajo, sobre el colchón también consumido por el fuego de la cama y sin ropas.La mujer de la víctima comentó que ella salió a la mañana de la casa mientras su marido hacía reparaciones en la instalación eléctrica de la vivienda, por lo que los bomberos le dijeron en principio al fiscal de la causa que el incendio podría haberse provocado por un cortocircuito. Sin embargo, todo cambió en horas de la tarde, cuando los forenses de la Policía Científica hicieron la autopsia y le informaron al fiscal Martín Zocca que la víctima había sido asesinada de al menos 12 puñaladas. Según los forenses, la causal de muerte de Barbosa fueron dos puntazos que le perforaron el corazón y un pulmón, y que el cuerpo fue calcinado post mortem. También informaron que la víctima tenía una lesión perforante en una pierna que podía ser compatible con un disparo de arma de fuego, pero luego esto se descartó, según aclararon las fuentes. Con estos datos, el fiscal ordenó una nueva inspección ocular en la casa del incendio. Allí los peritos encontraron restos de sangre en un picaporte, en una pared del cuarto donde yacía la víctima y en una tabla de planchar. Tras una serie de averiguaciones, los detectives identificaron como sospechosa a Díaz, la concuñada de Barbosa.





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