SANTIAGO DE COMPOSTELA, España (Medios Digitales). El maquinista del tren siniestrado en Santiago, Francisco José Garzón, quedó ayer en libertad con cargos tras testificar durante dos horas ante el juez que instruye la causa. Se le ha retirado el pasaporte y tendrá la obligación de presentarse cada semana en el juzgado. Además, el instructor lo ha inhabilitado para seguir pilotando ferrocarriles.Al filo de las 72 horas máximas de detención legal. El maquinista Francisco José Garzón llegó ayer a los juzgados de Santiago, casi tres días después de que la Policía acudiese a detenerlo en la habitación 381 del hospital Clínico de Santiago, donde permanecía ingresado como una víctima más, con nueve puntos de sutura y una brecha en la cabeza. El testimonio del conductor es clave para saber qué pasó el miércoles a las 20.41 en la curva de A Grandeira en Angrois para que descarrilasen sus dos máquinas y los ocho vagones con el resultado provisional de 79 viajeros muertos y otros tantos heridos. Todo apunta a un exceso de velocidad -el tren circulaba a 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80- pero solo quien llevaba los mandos de la locomotora puede aclarar si fue propiciado o agravado por algún fallo mecánico o de seguridad o si se trató de un fatal despiste.Todas las acusaciones más o menos veladas se apoyan en la llamada que el maquinista hizo al servicio de incidencias 24 horas de Renfe segundos después del choque. En esa conversación telefónica, el conductor aseguró que entró a 190 kilómetros por hora en esa curva complicada, cuando le faltaban cuatro kilómetros de recorrido.





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