POSADAS. Un inusual piquete de vecinos tuvo lugar en la tarde-noche de miércoles en apoyo a una pareja de adultos mayores quienes se defienden -casi sin recursos-, de una orden de desalojo que pesa sobre la propiedad en la que viven hace 23 años. Se trata del matrimonio Cabrera, de la chacra 126 de esta ciudad, que por estos días está atravesando una pesadilla, porque, según contó la pareja “en una maniobra que raya lo ilegal se remató y vendió el terreno que compramos en 1990”. En una carta que Carlos Cabrera entregó a PRIMERA EDICIÓN, para hacer pública la situación y detallar lo ocurrido, explicó que con mucho esfuerzo, compró la tierra a Roberto Macron y levantó la casita familiar. Sus vecinos quienes lo conocen de toda la vida (por eso salieron a defenderlos) también habían procedido de la misma manera, nada más que la mayoría pudo hacer todos los trámites para el título. Los Cabrera no pudieron porque detectaron cáncer de médula a la hija mayor.“Fue a partir de ahí que paramos todo, la construcción de la casa. Para nosotros fue un golpe fatal, nos cambió la vida. La enfermedad se fue agravando a tal punto que tuvimos que trasladarla a Buenos Aires, donde tampoco podían salvarla. Tuvimos que endeudarnos y pedir plata en donaciones para acceder a la única posible solución que la podía salvar: viajar a Israel. A pesar de todos los esfuerzos que hicimos no pudimos salvarla. Tampoco pudimos conseguir los recursos para tramitar la titularidad de nuestro terreno. Traigo a colación esta historia porque ahora nos quieren desalojar de nuestra casa, a consecuencia de lo cual nuestro terreno entró en un remate judicial para el cobro de deudas del primer propietario, y se vendió como si no hubiera estado ocupado”, contó el hombre en la carta. Pero, por si la historia ya no fuera de por sí tan grave hay un detalle más: hace unos años, cuando reciben la notificación del remate de la tierra, la pareja dejó la cuestión en manos de un abogado quien por lo que ven ahora, no hizo absolutamente nada, porque el terreno se vendió y quienes lo compraron exigen ahora el desalojo. Un intento de sacarlos de la propiedad ocurrió justamente anteayer cuando “vinieron aquí (los compradores) atropellando y rompiendo nuestras cosas para que nos fuéramos. Todo esto sin seguir ningún requisito legal. Nosotros compramos la propiedad y vivimos aquí por más de veinte años”, contaron desesperados. Escasos recursos“Nosotros somos sólo personas humildes y poco instruidas. No sabemos de leyes ni nada, confiamos con que estábamos en buenas manos, pero las acciones siguieron y ahora nos quieren echar de aquí como si no tuvieron derecho de nada, cuando pagamos todos nuestros impuestos”, explicó la mujer, quien agradeció la actitud de sus vecinos para salir a defenderlos “ya que no tenemos a nadie. Estamos esperanzados con que se reabra la causa para poder demostrar que no somos intrusos”, dijo María Inés.





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