POSADAS. La investigación por el brutal homicidio de Plácido Castillo (60) sigue sumando nuevas pistas y ahora la Policía cree que detrás de todo podría estar un grupo de “amigos” de la víctima, que se aprovechaba del changarín cada vez que éste cobraba su pensión.Al menos así lo contaron fuentes de la investigación a PRIMERA EDICIÓN, quienes revelaron que “Gambeta”, el hombre más buscado por estas horas como principal sospechoso, tendría tendencias violentas. Sin embargo, los detectives no descartan que el hecho tenga más involucrados. De todas maneras, la búsqueda de “Gambeta” se profundizaba anoche en distintos barrios del sur de la capital provincial, consignó un portavoz. Es que él parece ser el indicado para saber qué pasó con Castillo.HipótesisEl cuerpo masacrado del changarín apareció con el rostro desfigurado a hachazos en su humilde morada de la calle Sargento Ramón Acosta al 4.000, en el barrio Sur Argentino de la capital provincial, el último miércoles cerca de las 17.30. Fue un vecino quien sintió el olor nauseabundo que provenía del interior y dio aviso a la Policía. Según las pericias realizadas en el cuerpo, todo indica que el homicidio fue perpetrado el último sábado, quizás cerca del mediodía o por la mañana.Enseguida, todas las señales llevaron a los investigadores hasta un sobrenombre: “Gambeta”. Ese es el apodo de un hombre de la misma edad que la víctima, quien sufriría alteraciones mentales y asegura ser ex combatiente de la Guerra de Malvinas.Este hombre se dedicaba a juntar chatarra y solía rondar varios lugares de la ciudad. Si bien no tenía domicilio fijo, no son pocas las pistas que llevan a pensar que solía parar o quizás compartía techo con Castillo. El perfil también lo señala como un hombre violento.De las investigaciones realizadas surge ahora que era común que en la casa de Castillo, junto con “Gambeta” también aparecieran otros “amigos” de la víctima, quienes solían visitarlo principalmente en la época de cobro. La víctima al parecer tenía una pensión por invalidez, ya que meses atrás debieron amputarle una pierna por cuestiones de salud.En esas “reuniones”, siempre al decir de la investigación, era común que se conformaran rondas de trago y que se escuchara música a alto volumen. También, que se escucharan gritos y hasta amenazas.Así se le contaron algunos vecinos a la Policía, quienes aseguran haber escuchado a “Gambeta” profiriéndose amenazas de muerte a Castillo en uno de esos encuentros. Sobre el último sábado, probable fecha del crimen, en el barrio dicen no haber escuchado nada raro más que de costumbre. Es decir que en medio de gritos y música, nada llamó la atención de la cuadra.Ahora, los investigadores tratan de dilucidar si entonces todo sucedió en el marco de uno de esos encuentros. Una teoría indicaría que la víctima no tenía más dinero para comprar bebidas o, quizás, no quiso gastar de más. Todo podría resolverse en las próximas horas.Mientras tanto, la Policía sigue buscando intensamente a “Gambeta”, quien sospechosamente desapareció de los lugares a los que habitualmente concurría. El caso está en manos del magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas.




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