BUENOS AIRES (NA). El acuerdo entre YPF y la estadounidense Chevron desató polémicas entre especialistas y ex secretarios de Energía, que exigen una ley marco para la política petrolera que atienda cuestiones ambientales y regulatorias.El director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, Víctor Bronstein, consideró que el acuerdo es “positivo” porque el autoabastecimiento petrolero viene “en franca caída en la Argentina”.“Autoabastecimiento”“Yo estoy de acuerdo con esto porque creo que es la manera de poder empezar a explotar los recursos que tiene Vaca Muerta y lograr otra vez autoabastecimiento en gas y sostenerlo en petróleo. Esperamos más acuerdos”, dijo.Según señaló, la Argentina en este momento se está autoabasteciendo de petróleo pero está justo en el límite y los yacimientos maduros generan una declinación entre el 2 y el 3% anual de la producción, o sea que se está en riesgo de perder el autoabastecimiento en dos o tres.“En Vaca Muerta hay una zona oriental que tiene más petróleo y una zona occidental que tiene más gas, y este acuerdo se firma sobre una zona que tiene más petróleo que gas”, precisó el especialista.Sostuvo que el acuerdo abre las puertas para que haya otros entendimientos con otras empresas, y que con ellos se pueda alcanzar el autoabastecimiento para el país.“Una sociedad funciona a través de tres flujos energéticos que son los alimentos, la electricidad y el petróleo y el gas, el rol del Estado es garantizar estos tres flujos. Con las condiciones actuales, hay que tratar de aumentar la producción de hidrocarburo, que es fundamental”, sostuvo.“Faltan planes a largo plazo”Por su parte, Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” (IAE), advirtió que la Argentina “necesita solucionar los problemas de la política energética, complicada por las exportaciones crecientes y falta de inversiones, de manera que cualquier acción que sea bien pensada y razonable es bienvenida”.Agregó que el acuerdo es “solo con una empresa y lo que necesitamos es una política de largo plazo, con una nueva ley de inversiones y una nueva ley petrolera que defina el marco legal para operaciones de este tipo”.Sostuvo que este acuerdo “a la medida de Chevron, es una solución limitada y con resultados dudosos, porque la inversión total no está asegurada ni tampoco el compromiso de la empresa norteamericana ni los resultados de la exploración”.“Después de la desvinculación de Repsol, el gobierno quiere demostrar que es capaz de seguir firmando acuerdos con grandes empresas pero eso es una política errónea”, agregó Rabinovich, en diálogo con Noticias Argentinas.“Yo no soy abogado pero me parece que los fundamentos sobre la inconstitucionalidad son débiles y forma parte de la campaña electoral, pero si hace falta una ley de consenso, que de marco a la política petrolera, pero eso por ahora no es posible”, añadió el vicepresidente del IAE.Rabinovich consideró que “no van a venir muchas más empresas a invertir porque no cualquiera tiene 1.500 millones de dólares, por eso hace falta un régimen nacional de inversiones a través de una ley consensuada pero eso solamente será posible en otra Argentina, con otra política económica porque nadie se va a querer sumar a los errores de este gobierno”.“Se deben conocer los detalles”Por su parte, el ex secretario de Energía Daniel Montamat reclamó al gobierno difundir los detalles del acuerdo firmado con Chevron, al sostener que “el secretismo genera muchas especulaciones de uno y otro lado”.Montamat alertó que YPF es una empresa “débil, que nace de una expropiación sin indemnización y es necesario dotarla de capacidad de acceso a los mercados para poder elegir entre conseguir más socios estratégicos o pedir financiamiento”.El ex secretario de Energía cuestionó la política energética del Gobierno, al señalar que “nos condenó a buscar inversores de urgencia, a las apuradas”.“Hoy el país necesita inversiones anuales por 15.000 millones de dólares por año para poder armar un horizonte de mediano plazo que nos permita volver al autoabastecimiento energético. El acuerdo con Chevron resuelve sólo una pequeña parte del problema”, indicó el especialista.“Traje a la medida” de Chevron Por su parte, el titular del IAE, Jorge Lapeña, dijo que el decreto que permitió el acuerdo con Chevron “se parece más a un traje a medida, donde uno conversa los detalles con el sastre, que a un traje de confección”, pensado para “hacer muchos trajes para muchas personas con mucha plata”.“El traje a medida es el contrato de YPF y Chevron, y el rol de sastre lo juega (el viceministro de Economía) Axel Kiciloff. En ese ejemplo, el traje de confección sería una nueva política petrolera para firmar muchos contratos”.En tanto, el secretario Adjunto de la CTA y General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA), José Rigane, manifestó que el decreto presidencial, “sólo sirve para garantizar el acuerdo entre YPF con la petrolera multinacional Chevron”.





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