OBERÁ. Ayer se cumplió un mes de la tragedia ocurrida en el paraje Salto Encantado, donde ocho tareferos de Villa Bonita (Campo Ramón) perdieron la vida y otras quince personas resultaron gravemente heridas, por lo cual, los trabajadores rurales le rindieron homenaje a las víctimas. A las 16 comenzó una caminata en reclamo de memoria y justicia desde el barrio Evita de Villa Bonita. Luego se realizó un acto en la plaza central, donde varios oradores hicieron uso de la palabra, pidiendo especialmente, que se determine la cadena de responsabilidades que llevó a la muerte a esos ocho trabajadores rurales .Desde el Sindicato de Tareferos de Misiones reclamaron por el cumplimiento de la Ley 26.727 “Nuevo Régimen de Trabajo Agrario” para que estos hechos no se vuelvan a repetir en nuestra provincia.Jorge Da Silva Rodríguez perdió a su hijo de catorce años en ese accidente. “Yo no hubiera querido hacer un acto para recordar este día, prefería hacerlo en silencio y en familia. La situación es difícil y vivir con este dolor pesa. Lucas después de ocho días de agonía falleció el 25 de junio en Posadas y no podía creer lo que veía, mi hijo estaba en el último suspiro y se estaba yendo para siempre”, se desahogó uno de los familiares de las víctimas de este suceso.Entre lágrimas, recordó que “ese 17 de junio, él se levantó a las 6.30. Me miró, se rascó la cabeza y volvió a su pieza. Ese fue el último día que lo ví con vida y ya pasaron 30 días. Él se fue a tarefear sin autorización mía, porque a él no le faltaba nada, eran diez hermanos. Tenían lo justo, pero no hacía falta que trabajen. Nosotros queríamos que estudien pero no le gustaba el colegio, decía que eran muchas materias y no quería ir. Es un día muy doloroso el de hoy para toda nuestra familia”, aseguró. Más allá del paso del tiempo, las explicaciones y los responsables de la tragedia siguen sin aparecer. “Nosotros queremos justicia, que los responsables pongan la cara, vamos a ir a la justicia para ver qué decide. El chofer vive en frente de mi casa y nunca se acercó a explicar o pedir disculpas, ni el patrón vino a dar las condolencias o a ver si necesitábamos algo”, añadió Da Silva Rodríguez en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.Desde el Ministerio de Trabajo realizaron un relevamiento de datos entre los familiares fallecidos para gestionar una pensión graciable. “Desde aquel día se puso difícil el tema de trabajo para la gente, bajó a un 50%, se entregaron colectivos pero ninguno vino para la Villa y hay mucha gente que mantiene a la familia con la terefa y necesita trabajar”, agregó el hombre.En memoria de los fallecidosUnas 70 personas participaron de la caminata y luego el acto, entre ellos unos 25 menores. Descubrieron una placa simbólicamente, ya que en esa plaza de Villa Bonita hay un proyecto de remodelación que incluiría un gran mural en memoria de los tareferos fallecidos con placas personales con el nombre de cada uno. Hicieron uso de la palabra Antenor Alves, secretario general del Sindicato de Tareferos de Jardín América; Roque Pereyra, de la Asociación de Tareferos de Oberá; y Julio Da Rosa, del Sindicato Tareferos Unidos de Villa Bonita. Los discursos apuntaron contra la falta de responsabilidad de las empresas que trasladan al personal en vehículos no autorizados como los camiones, que llevan a menores y que tienen al personal en negro, además de las críticas al gobierno por la falta de control de estas situaciones.





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