POSADAS. Una treintena de vecinos de la avenida Cabred, entre Rademacher y Uruguay, se reunieron el último martes por la noche con concejales y el defensor del pueblo con el objeto de tratar cuestiones vinculadas a la inminente reapertura de un tradicional local bailable ubicado en la zona y que fuera arrasado por el fuego el 28 de abril último.“Al tratarse de una obra prácticamente nueva, lo que buscamos es que se cumplan con todos los requisitos legales, que nos garantice no sólo el propietario del boliche sino el principal órgano de control, que es el municipio, que no se volverán a repetir los problemas de ruidos molestos por falta de aislación acústica, de controles de motos y autos con escapes libres fuera del local, desmanes, peleas en la vía pública que sabemos se suscitan a menudo cuando nadie se hace cargo”, indicó Adrián Kottvich, uno de los referentes de los vecinos que participó en la reunión.“Vinieron los concejales Rubleski, Velázquez y otro más, además del defensor, Vairo y el delegado municipal de Villa Urquiza. Nos había prometido su presencia Pablo Otero, director de control comunal, porque su función es clave en todo esto, pero no apareció, es una pena”, dijo Kottvich.El vecino indicó que reside en el lugar desde hace más de 15 años y los ruidos molestos son recurrentes los fines de semana. “Ya el domingo anterior habíamos tenido una reunión y el martes volvimos sobre lo mismo, pero no alcanzamos ningún acuerdo porque sigue sin aparecer un funcionario de peso que se haga cargo de la situación. Entonces los vecinos, de común acuerdo, planteamos que el boliche no se abra mientras no nos den las garantías formales”, apuntó Kottvich. Luego agregó que “el propietario del boliche nos ofrece más seguridad privada, puesta por él en una esquina y en otra, ¿pero eso cuánto puede durar, un mes o dos? después todo volverá a ser como antes. Es una realidad histórica que a la madrugada tenemos que ir a pedirle que bajen la música porque al no tener las aislaciones acústicas que se requieren retumba, el sonido se escurre. La excusa siempre fue que se había readecuado el lugar, que no fue concebido originalmente para ese fin, pero ahora que arrancó casi de cero por el incendio es necesario que se controle y se hagan las cosas como corresponden, nada de otro mundo ni fuera de la reglamentación municipal”.Por último, Kottvich resaltó que “se habló en su momento que los boliches serían llevados a las afuera de Posadas pero quedó en nada. No permitiremos que abra sus puertas en las condiciones anteriores”.





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