BUENOS AIRES (Medios digitales). Un joven de 18 años fue apresado en las últimas horas durante un procedimiento realizado en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza, acusado de ser el autor de seis crímenes ocurridos en los últimos tres meses en un barrio de Ciudad Evita, según informó el sitio especializado Online-911.Al allanar su vivienda, ubicada en calle 802 y 608 del barrio General Villegas de Ciudad Evita, los efectivos incautaron una pistola calibre nueve milímetros marca Taurus sin numeración y 50 proyectiles del mismo calibre, donde además fue aprehendida otra persona de 37 años, por el delito de tenencia ilegal de arma de guerra.Los investigadores establecieron que el joven es el autor material del crimen de Rodrigo Ezequiel Saporiti (32), fallecido el día 12 de julio pasado, quien según los testimonios de testigos, se hallaba a bordo de una motocicleta roja sobre calle 800 y 608 de ese medio, siendo abordado por dos sujetos, uno de ellos apodado “Martincito”, quien extrajo un arma de fuego, con la cual efectuó un único disparo en la espalda contra Saporiti.En tanto que el otro sujeto tomó la moto y huyó en el rodado, mientras que el autor del disparo se dio a la fuga a pie. Los voceros indicaron que por las características del hecho, según las averiguaciones, se cree que podría tratarse de un “ajuste de cuentas por desavenencias en la adquisición de estupefacientes”, ya que en poder del fallecido se halló una “tuquera”.Al joven detenido se lo acusa también de ser el responsable de las muertes de Alan Rodríguez, ocurrida el 01/04; de Maximiliano Ayala, el 17/04; de Alfredo Capero, el 19/04; de Juan Gabriel Gómez, el 25/04; y de Diego Alejandro Grenuk, el 08/07, todas registradas en el mismo barrio de la localidad bonaerense de Ciudad Evita.Sobre el crimen de Alan Rodriguez (20), se supo que en momentos en que la víctima le pidió fuego a una mujer, se le acercó un sujeto quien efectuó varios disparos, para luego darse a la fuga por lo que fue llevado al Hospital Carrillo de Ciudad Evita, con varios disparos de arma de fuego en el cuerpo. En esa oportunidad también se manejó la hipótesis de un presunto “ajuste de cuentas”.Respecto a Maximiliano Ayala (34), quien fue trasladado al hospital Paroissien el 17 de abril pasado, falleció a raíz de las heridas sufridas tras ser atacado de un tiro en la espalda. Según relató su novia, de 29 años, en circunstancias en que caminaban ambos cerca de las 4.30 de la madrugada por calles Central y Mil de Ciudad Evita, fueron abordados por un sujeto armado quien disparó un tiro y lesionó a Ayala, por lo que el lesionado fue trasladado al nosocomio, donde falleció posteriormente.En tanto que Alfredo Capero (30), el 19 de abril pasado, ingresó sin vida a la sala sanitaria Ramón Carrillo, presentando una herida de bala en el tórax, vientre y codo derecho. Posteriormente se estableció que la víctima fue baleada en el barrio General Villegas y se hallaba en libertad desde agosto del año pasado tras haber purgado condena de cuatro años de prisión en unidades carcelarias de Ezeiza, de la provincia de Neuquén, y otras de alrededor de seis años en Olmos y La Plata, todas por hechos de robo calificado. Además, se determinó que el fallecido frecuentaba asiduamente la zona junto a otros malvivientes.Respecto al fallecido el 25 de abril pasado, Juan Gabriel Gómez (36), se supo que ingresó sin vida al hospital Paroissien ese día presentando herida de arma de fuego en el tórax y dorso. Según su hermano, quien lo trasladó hasta el nosocomio, la victima estaba frente a su domicilio y fue herido de bala tras discutir con su vecino, el mencionado “Martincito”, por tema de droga. Además se supo que el fallecido poseía antecedentes por robo cuya pena cumplió en la cárcel de Devoto.Por último, Diego Alejandro Grenuk (35), perdió la vida el 8 de julio tras recibir un impacto de proyectil de arma de fuego en zona toráxica. Los investigadorers hallaron entre las prendas de la víctima tres “bagullos” de marihuana y cinco de clorhidrato de cocaína, un teléfono celular marca Motorota, y otras pertenencias. Posteriormente, y luego de presentarse el cuñado de la víctima, quien vivía en el barrio porteño de Villa Lugano, se investigaba si el hecho podría estar vinculado a un “ajuste de cuentas” narco.




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