OBERÁ. Una adolescente de catorce años fue abusada sexualmente por cuatro individuos, quienes la raptaron camino al colegio. La infortunada víctima fue obligada a subir a un automóvil y dopada. Recién recobró la conciencia cinco horas después de ser secuestrada. El aberrante caso fue perpetrado el pasado lunes poco después del mediodía, en las afueras de la ciudad de Oberá. De acuerdo al reporte oficial, ese día a las 13, la menor -quien es de condición humilde y se domicilia en inmediaciones a la ruta nacional 14-, viajó en un colectivo de transporte urbano hasta el casco urbano de la Capital del Monte, y bajó en cercanías al barrio Mayor Carlos Krause. Apenas unas cuadras separaban a la colegiala del claustro educativo al que asiste. Sin embargo, y al llegar a proximidades de un conocido supermercado, fue interceptada por cuatro desconocidos, quienes se movilizaban en un automóvil Renault Clio (no se informó desde la policía acerca del color del vehículo). Los delincuentes obligaron a la chica a subir al rodado. Apenas circularon unos metros le obligaron a ingerir un medicamento (presumiblemente un potente somnífero) y la trasladaron varios kilómetros, hacia un lugar que para la menor era desconocido, donde se desvaneció. Cerca de las 18 de ese mismo lunes, los siniestros hombres la abandonaron semi desvanecida en el mismo lugar donde la habían raptado y se alejaron con rumbo desconocido. La víctima fue examinada por un médico policial de turno, sin presentar lesiones visibles en su cuerpo. En ese sentido trascendió en forma extraoficial que la adolescente tendría “lesiones genitales, por lo que los facultativos sugirieron un examen químico, y forense ginecológico más exhaustivo”. La denuncia por el caso fue radicada ayer por una empleada doméstica de 50 años, madre de víctima. La investigación quedó en manos de la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional II, con asiento en la ciudad de Oberá, donde se sustancia el sumario judicial correspondiente. Casos recientesTal como publicó este Diario, una reciente ola de secuestros e intentos de rapto de menores se vienen produciendo en distintas partes de la provincia. Uno de los más cercanos fue el de una estudiante de 17 años, quien se hallaba prácticamente en la puerta de un colegio ubicado en pleno microcentro de Posadas. El caso reavivó el alerta de la Policía, padres y docentes con respecto a una problemática que no es nueva. Detrás de los hechos, donde lamentablemente algunos menores jamás vuelven a ser ubicados y en otros casos se trata de fallidos raptos, existen bandas dedicadas a la trata de personas y robo de órganos. El modus operandi es llevarlos a la fuerza, aprovechando que los chicos están solos en el trayecto desde sus hogares a la escuela (puede ser a la entrada o a la salida). En Oberá también se registró hace pocos días otro aberrante abuso a una menor de catorce años. Fue cuando la víctima salió de una fiesta en el barrio San Miguel de esa ciudad. Cinco desconocidos la interceptaron, la trasladaron hasta una zona de monte, alejada de posibles testigos y la sometieron. El denominador común en todos los casos es que los vecinos exigen mayor presencia policial en los sectores denominados peligrosos. donde lamentablemente los chicos siguen siendo blanco de los depravados.





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