POSADAS. Un nuevo escándalo salpica nuevamente a la Policía de Misiones. Esta vez la causa está vinculada a una brutal golpiza que recibieron dos presos por parte de tres uniformados, en los calabozos de la comisaría Decimoprimera de la capital provincial. Los acusados, un oficial y dos suboficiales, fueron detenidos por orden judicial y alojados en distintas dependencias hasta que se resuelva su situación procesal. Las víctimas, quienes se hallaban bajo arresto por su presunta participación en un robo calificado y un abuso sexual, respectivamente, tuvieron que ser hospitalizados por las lesiones que sufrieron. El caso salió a la luz ayer a media mañana, justamente cuando los dos hombres fueron trasladados al Juzgado de Instrucción 3 de Posadas (en turno), a cargo del magistrado Fernando Verón. En esas circunstancias le habrían solicitado al citado juez denunciar la golpiza ante la fiscalía, lo que les fue concedido. Poco después, cerca del mediodía y al tomar conocimiento de los dichos de los detenidos, el mismo magistrado encabezó una comisión policial-judicial a la seccional Decimoprimera. Al ingresar a la dependencia ordenó el arresto inmediato, en averiguación del hecho, de los tres uniformados. Posteriormente, habría incautado el libro de guardia de la dependencia, como elemento de prueba. Los policías que quedaron tras las rejas, un oficial y dos suboficiales con prestación en esa comisaría, serían indagados en breve por el juez Verón. En ese sentido se supo que por ahora la Justicia investiga si se trató de apremios ilegales o torturas, dos calificaciones distintas. En el Código Penal Argentino, los “apremios ilegales” tienen una pena sensiblemente inferior (1 a 5 años) al de “torturas”, delito sancionado con 8 a 25 años de cárcel, equiparable al “homicidio simple”. El concepto de tortura comprende no sólo los tormentos físicos, sino también la imposición de sufrimientos psíquicos cuando éstos tengan gravedad suficiente. En este último caso, pese a que no se pudo conocer el parte médico oficial, los dos detenidos tendría lesiones muy severas y por la cual tuvieron que ser hospitalizados, incluso se supo que al menos uno de ellos tendrían fracturas, confiaron las fuentes consultadas por este diario. Un policía “conflictivo”Fuentes de la investigación confiaron que el oficial que fue arrestado ayer registraría no muy buenos antecedentes con respecto a su conducta dentro de la fuerza. Incluso trascendió que recientemente y poco antes de ser trasladado a la comisaría Decimoprimera, el efectivo prestaba servicios en una dependencia considerada de “avanzada” para la investigación de hechos considerados muy graves. Por su comportamiento y actitud consideradas “conflictivas” en ese entonces un alto jefe solicitó que lo trasladen y fue allí que tuvo como destino la seccional emplazada sobre la avenida Cocomarola, en el acceso al autódromo de la ciudad de Posadas.Uno de los últimos y más emblemáticos casos de violencia policial y por el cual hay dos policías procesados tuvo un final trágico. Fue el crimen de la docente Carmen Rosa, quien apareció sin vida alrededor de las 17.30 del jueves 14 de febrero de este año, a un costado de la cancha de fútbol del barrio Los Potrillos, en Garupá. Lo que en principio parecía una muerte natural se transformó luego de la autopsia en un brutal crimen: la docente tenía golpes mortales en el cráneo, el tabique fracturado y había sufrido estallido de vejiga producto de un golpe en esa zona.Otro hecho que tuvo mortal desenlace fue el de Hugo Wasyluk (38), quien fue alojado en la seccional Primera de Oberá el 25 de abril de 2011 a la noche, luego de ser detenido en Villa Bonita. Por el caso, que conmovió a la Zona Centro, hay más de una decena de policías procesados por distintas figuras penales, tres de ellos se encuentran detenidos por el delito de “tortura seguida de muerte”.





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